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Esta semana la Corte Suprema de Estados Unidos celebró audiencias para determinar la legalidad de la prohibición casi total del aborto en el estado de Idaho, que penaliza el procedimiento en todas las circunstancias excepto cuando haya riesgo para la vida de la madre. Es el primer caso de este tipo que llega al tribunal superior después de la anulación del fallo Roe contra Wade, aprobada en 2022 por la mayoría conservadora de la corte. Un elemento central a dirimir es si una prohibición estatal puede tener prioridad sobre el derecho federal a recibir atención de emergencia, la cual puede incluir el aborto. El Gobierno de Biden argumenta que la ley de Idaho viola la Ley de Tratamiento Médico de Emergencia y Trabajo de Parto Activo (EMTALA, por su sigla en inglés). Un fallo de la Corte Suprema a favor del estado de Idaho podría tener graves consecuencias para la atención en salud reproductiva y empeorar las desigualdades raciales en el acceso a la atención médica en al menos otros seis estados en los que hay leyes de prohibición del aborto similares. “Esto va a provocar muertes”, advierte Karen Thompson, directora legal de la organización sin fines de lucro Pregnancy Justice. “Va a haber personas desangrándose en los hospitales. Van a morir de sepsis porque los médicos no van a poder tomar las decisiones que tienen que tomar para salvarles la vida en estas situaciones de emergencia”.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.
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