“Resistir la naturalización del mal”: la reportera israelí Amira Hass habla sobre Palestina y el papel del periodismo en la sociedad

Reportaje17 de mayo de 2024

Hoy nos acompaña en el programa Amira Hass, corresponsal del periódico Haaretz y la única periodista judía israelí que informa desde Gaza y Cisjordania, lugares en los que ha vivido durante los últimos 30 años. Hass ha sido galardonada con el Columbia Journalism Award 2024, premio otorgado por la Facultad de Periodismo de la Universidad de Columbia. Por ese motivo, el miércoles 15 de mayo estuvo en la ciudad de Nueva York y pronunció un discurso para el curso que se gradúa este año de dicha escuela de Periodismo. En conversación con Democracy Now!, Hass habla de la actual guerra israelí contra Gaza, explica por qué cree que el periodismo debe “resistir la naturalización del mal y la injusticia” y analiza la reciente censura de Al Jazeera por parte del Gobierno de Israel. También reflexiona sobre el estricto sistema de apartheid que mantiene el Estado israelí, así como el rechazo total que expresan sus autoridades a la perspectiva de un Estado palestino, entre otros temas. “Durante los últimos 75 años, Israel ha tomado como rehén la vida, la libertad y los derechos del pueblo palestino”, afirma Hass. “Vas a Tel Aviv, crees que estás en Nueva York o en Londres y a 40 o 50 kilómetros de distancia, la gente palestina vive en jaulas”.

También emitimos un fragmento de la “ceremonia popular de graduación” celebrada el jueves 16 de mayo en la Catedral de San Juan el Divino en la ciudad de Nueva York. Este fue un evento organizado por estudiantes y docentes de la Universidad de Columbia en respuesta a la represión contra las protestas estudiantiles a favor de Gaza, que culminó con la cancelación de todos los actos de graduación de la universidad por parte de las autoridades. Esta ceremonia popular de graduación tuvo como eje la solidaridad con Palestina y entre sus oradores estuvieron la periodista de datos e ilustradora Mona Chalabi, ganadora del Premio Pulitzer, quien elogió el trabajo de los y las estudiantes de periodismo. “Nuestras instituciones nos han fallado en estos últimos siete meses […] pero recurrimos a sus emisoras de radio para enterarnos de la verdad”, dijo Chalabi.

Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman.

Israel está intensificando sus bombardeos del campo de refugiados de Yabalia en el norte de Gaza, destruyendo decenas de edificios residenciales en intensos ataques aéreos durante la noche y empujando a los residentes del campo a huir a otras partes de la ciudad. Esto se produce al tiempo que Israel está intensificando también su ofensiva terrestre en Rafah, la ciudad más meridional de Gaza. En este sentido, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo el jueves que tropas adicionales iban a entrar en Rafah y que las operaciones militares se intensificarán en la ciudad. Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, también dijo el jueves que “la batalla en Rafah es fundamental”.

Alrededor de 1,4 millones de palestinos, más de la mitad de la población de Gaza, ya habían sido desplazados a Rafah en busca de refugio. Ahora más de 600.000 personas han huido de Rafah en la última semana y media desde que Israel lanzó su ofensiva terrestre allí. Desde entonces, no ha ingresado comida, combustible ni otra ayuda por los dos principales pasos fronterizos en el sur de Gaza, agravando aún más la crisis humanitaria. Unos 1,1 millones de palestinos están al borde de la inanición, según Naciones Unidas, mientras que una hambruna en toda regla está teniendo lugar en el norte, así lo ha confirmado el Programa Mundial de Alimentos.

Todo esto ocurre al tiempo que la Corte Internacional de Justicia ha concluido dos días de audiencias en La Haya después de que Sudáfrica solicitara la semana pasada medidas de emergencia para detener el asalto de Israel a Rafah. Fue la tercera vez que el tribunal superior de la ONU celebró audiencias sobre Gaza desde que Sudáfrica presentó una demanda en diciembre en la que acusa a Israel de cometer actos de genocidio. El jueves, el embajador de Sudáfrica en los Países Bajos, Vusimuzi Madonsela, instó al tribunal a que ordene a Israel “retirarse total e incondicionalmente” de la Franja de Gaza.

VUSIMUZI MADONSELA: La última vez nos presentamos ante este tribunal para detener este proceso genocida, para preservar a Palestina y a su pueblo, en cambio, el genocidio de Israel ha continuado sin descanso y acaba de llegar a una nueva y horrible etapa. Israel ha tratado de ocultar sus crímenes a través de la militarización del derecho internacional humanitario. Pretende decir que los civiles que mata sin piedad, a través de sus bombas de mil kilos, a través de sus ataques aéreos selectivos, a través de sus sistemas de inteligencia artificial, a través de sus ejecuciones, son escudos humanos. Este blanqueo del genocidio que está cometiendo Israel obvia el elemento clave y fundamental, el de la masiva y creciente evidencia de la intención genocida de Israel.

AMY GOODMAN: Israel presentó su defensa en la Corte Mundial hoy y negó que esté cometiendo un genocidio en Gaza. Este es el jefe de la delegación israelí en el tribunal, Gilad Noam.

GILAD NOAM: Sudáfrica presenta ante el tribunal, una vez más, por cuarta vez en menos de cinco meses, una imagen que está completamente desconectada de los hechos y circunstancias. Israel está inmerso en un difícil y trágico conflicto armado. Sudáfrica ignora este contexto de hechos, que es esencial para comprender la situación, y también ignora el marco legal aplicable del derecho internacional humanitario. Convierte la atroz acusación de genocidio en una burla.

AMY GOODMAN: El Tribunal Internacional de Justicia ordenó hoy a los representantes de Israel que envíen más información sobre las condiciones humanitarias en sus llamadas zonas de evacuación en Gaza. Mientras tanto, los ministros de Relaciones Exteriores de 13 países han firmado una carta advirtiendo a Israel que detenga sus operaciones terrestres en Rafah y permita la entrada de más ayuda para los palestinos. La carta está firmada por todos los miembros del G7 menos EE.UU.

Para más información, nos acompaña la veterana periodista israelí Amira Hass. Nacida en 1956 en Jerusalén de padres sobrevivientes del Holocausto, trabaja como corresponsal de Haaretz en los Territorios Ocupados de Palestina y reside en Ramala. Es la única periodista judía israelí que ha pasado 30 años viviendo y reportando desde Gaza y Cisjordania. Sus libros incluyen “Drinking the Sea at Gaza: Days and Nights in a Land Under Siege” (Bebiendo el mar en Gaza: días y noches en una tierra sitiada). Amira Hass ha recibido el Columbia Journalism Award de este 2024. El miércoles 15 de mayo, Hass habló antes los graduados de la escuela de Periodismo de Columbia, aquí en Nueva York. Ahora nos acompaña en nuestro estudio de Nueva York.

Bienvenida a Democracy Now!

AMIRA HASS: Gracias, Amy.

AMY GOODMAN: Felicitaciones por su premio, pero también, lo más importante, por sus reportes. Es usted una figura inusual en Israel y es la única periodista judía israelí que ha vivido en los Territorios Ocupados durante los últimos 30 años. Al tiempo que usted hablaba en la escuela de Periodismo de Columbia, muchos estudiantes estaban bajo amenaza de ser arrestados por la policía de Nueva York, si tan solo salían del edificio de la escuela cuando intentaban cubrir el Campamento de Solidaridad con Gaza situado justo afuera, campamento que la policía desmanteló, arrestando a más de 200 personas en el campus. ¿Puede hablar de cómo se relacionan con esto los temas que usted cubre, y de lo que los periodistas deberían entender sobre la importancia de su papel en la sociedad?

AMIRA HASS: Como dije en mi discurso al alumnado, si quiero resumirlo no de una manera profesional o de una manera similar a la de una profesora, el rol de la prensa es resistir la normalización del mal y de la injusticia, porque estamos tan acostumbrados… hay tanta injusticia en este mundo, en todas partes, y debemos usar el contrato social no escrito entre nosotros y los ciudadanos de todo el mundo para escudriñar, monitorear y desafiar el poder, a los centros de poder, al poder abusivo. Cualquier poder puede ser abusivo o es abusivo, y solo nosotros tenemos el poder para al menos tratar de controlarlo. Creo que esto debería ser el rol, no el único, pero esto debería ser un papel principal de los periodistas: controlar al poder, donde sea que se manifieste.

AMY GOODMAN: Como buena periodista, en su discurso en la escuela de Periodismo, usted citó a un amigo en Gaza. Y esto es especialmente importante…

AMIRA HASS: Sí.

AMY GOODMAN: … por lo que sucedió a solo unos metros de distancia de la escuela. ¿Puede decirnos quién es?

AMIRA HASS: Sí.

AMY GOODMAN: ¿Y qué dijo?

AMIRA HASS: Sí. Poco antes… dos semanas antes del discurso recibí un mensaje de WhatsApp de un amigo llamado Bassam Nasser. Lo conocí a principios de los 90 cuando todavía era un estudiante, pero llevamos muchos años sin estar en contacto. Él es padre de cuatro hijos. Dirige una institución de ayuda en Gaza. Tuvo que desplazarse, como tantos otros, desde Gaza hasta Rafah para salvar su vida. Su casa, por lo que sé, está ahora en ruinas en Gaza. Y ahora ha tenido que huir de nuevo con su familia y el personal de la institución de Rafah a Deir al-Balah, en el centro de la Franja. Y me mandó un mensaje… Él, de vez en cuando, escribe algo en WhatsApp en inglés, y supongo lo comparte con otras personas, y comparte sus pensamientos y sentimientos. Y compartió conmigo algo sobre las manifestaciones y protestas en los campus estadounidenses. Y pensé, por supuesto, que encajaba en el discurso. Así que puedo leerlo ahora. Este fragmento es la parte que leí el miércoles ante el alumnado.

“Un rayo de esperanza emerge de los estudiantes universitarios que están demostrando la presencia duradera de la humanidad. Políticos aterrorizados e hipócritas recurren rápidamente a la fuerza con el fin de sofocar ese movimiento, por temor a su expansión global. La represión busca sofocar las voces que están desafiando el status quo. La policía y la Guardia Nacional están desplegadas, y están arrestando a estudiantes que fueron expulsados unas horas antes por hablar en contra de la violencia en Palestina. Desde Gaza hasta Nueva York y a otras principales ciudades del mundo, quiero expresar mi profunda gratitud por estas voces. Si bien es posible que no puedan salvar a todos los niños de Gaza o restaurar nuestros destrozados vidas y sueños, y que sus esfuerzos no impidan el próximo ataque aéreo devastador que acabará con toda nuestra familia, en nombre de todos los palestinos, quiero expresar mi más sincero agradecimiento por hacer que la gente sea consciente de nuestra difícil situación”. Y sé que no es el único [que piensa así]. Sé que si ha habido algún tipo de rayo de esperanza en la vida de estas personas… el infierno de estas personas —eso no es vida— en el último mes, han sido estas manifestaciones y protestas.

AMY GOODMAN: Quiero que escuchemos a alguien más hablando de esas protestas. Usted dio su discurso de graduación el miércoles en la escuela de Periodismo de Columbia. La rectora Minouche Shafik había cancelado la ceremonia principal de graduación debido a las protestas, pero ayer, el profesorado, completamente exhaustos, por decir lo mínimo, organizó una Graduación Popular. Los estudiantes y profesores de Columbia celebraron una graduación alternativa mientras se congregaban para una ceremonia en la cercana Catedral de San Juan el Divino, en la que muchos estudiantes vestían sus togas de graduación azules. En el escenario, junto a los profesores estaba el reverendo Herbert Daughtry, un líder de los derechos civiles de Nueva York quien fue uno de los primeros mentores del ahora alcalde Eric Adams, quien afirmó que las protestas en Columbia fueron “cooptadas por agitadores externos profesionales”. Pero entre los ponentes que se dirigieron a los estudiantes estaba el poeta Fady Joudah, que leyó su poema “Dedicación”, sobre los palestinos asesinados por Israel; la abogada palestina-estadounidense y activista por los derechos humanos Noura Erakat; y la galardonada periodista Mona Chalabi, quien ha rechazado su Premio Pulizter recibido en 2023 y ha sido muy crítica con la cobertura sobre Gaza en los principales medios de comunicación de EE.UU. En su discurso, ella rindió homenaje a los estudiantes de periodismo en la audiencia que cubrieron el campamento en solidaridad con Gaza, muchas veces exponiéndose a ser arrestados.

MONA CHALABI: Hola, habibis. Solo voy a hablarles durante dos minutos, porque tengo el gran honor de poder hacer un reconocimiento a mis compañeros periodistas que están en esta sala. Como muchos de ustedes saben, nuestras instituciones nos han fallado en los últimos siete meses, y mucho antes de eso. Redactores y editores en algunas de las salas de redacción más respetadas han dicho mentiras sobre lo que está sucediendo en Gaza. Han dicho que las amenazas de muerte que caen del cielo son órdenes de evacuación. Han descrito los desplazamientos forzados como una migración. Han emitido advertencias a su personal, diciéndoles que no usen palabras como “limpieza étnica” o “genocidio”. En resumen, han utilizado sus informes para minimizar el sufrimiento en Gaza y mantener el status quo. Y esos informes han sido reconocidos por los Premios Pulitzer. Incluso han tratado de…

AUDIENCIA: ¡Vergüenza!

MONA CHALABI: Incluso han tratado de desacreditar o ignorar a los periodistas palestinos, como Hind, que se enfrentan a la muerte todos los días.

Así que no debería haberme sorprendido cuando escuché lo que pasó el mes pasado. Un reportero de The New York Times recibió un aviso de que algo parecía estar sucediendo en la Universidad de Columbia. Los estudiantes parecían estar reclamando un prado del campus como suyo. Entonces, como en cualquier noticia de última hora, se creó un canal para que los periodistas pudieran discutir detalles y asignar las historias. Esto es lo que hacen en The New York Times. Cuando este reportero se unió a ese canal, se sorprendió al ver que se había titulado “Antisemitismo en el campus”. Habían decidido cuál era la historia incluso antes de ir al campus de la universidad.

AUDIENCIA: ¡Vergüenza!

MONA CHALABI: Mientras tanto, los periodistas en el campus han tenido una perspectiva muy diferente. Ustedes empezaron a informar antes de que la primera carpa fuera instalada. No solo han sido testigos de las acampadas, han escuchado los cánticos, han leído los carteles, y han hablado con los organizadores. Hicieron su trabajo, y lo hicieron tan bien que periodistas como yo de fuera del campus recurrieron a sus palabras, a sus cuentas de Instagram, y escuchamos sus emisoras de radio para conocer la verdad. Y expusieron esa verdad mientras la policía les acosaba, agredía y arrestaba, a ustedes y a sus compañeros de estudios.

Y lo hicieron todo mientras intentaban graduarse y sobrellevar el duelo. Eso es cierto para los estudiantes judíos antisionistas que han visto cuestionada su fe por aquellos que quieren que permanezcan en silencio. Y es cierto para los estudiantes cuyos padres se parecen a las madres y padres que están siendo asesinados todos los días. Y es especialmente cierto para los estudiantes palestinos que siguen reportando los hechos mientras navegan por un insoportable duelo. Estoy muy orgullosa de poder llamarlos mis colegas. ¿Podrían los periodistas que están en esta sala ponerse de pie, por favor?

AMY GOODMAN: Esa era la galardonada periodista Mona Chalabi, que acaba de ganar el Premio Pulitzer 2023, aunque lo ha rechazado. En la ceremonia de entrega de premios, Mona criticó a sus compañeros periodistas por su falta de voluntad para decir la palabra “Palestina”. Donó su premio de 15.000 dólares al Sindicato de Periodistas Palestinos para ayudar a contrarrestar lo que ella llamó “la asimetría de la información” que sitúa las voces israelíes por encima de las palestinas en los principales medios de comunicación. Chalabi habló en la Graduación Popular del jueves en la catedral San Juan el Divino frente a los estudiantes de Columbia y de Barnard.

Amira Hass, puede comentar el discurso de Mona y lo que piensa sobre los periodistas palestinos que han muerto en Gaza, el asombroso número de periodistas que han muerto…

AMIRA HASS: A los que han matado.

AMY GOODMAN: A los que han matado.

AMIRA HASS: Sí.

AMY GOODMAN: Hable de eso. ¿Cree que fueron atacados deliberadamente, a menudo mientras vestían chalecos y cascos marcados con la palabra prensa?

AMIRA HASS: Sí.

AMY GOODMAN: Recuerdo a un periodista palestino, que cuando escuchó que acababan de matar a un amigo cercano, se arrancó su chaleco de prensa y su casco y dijo: ¿Por qué llevamos esto puesto? Lo único que hace es convertirnos en un objetivo”.

AMIRA HASS: Sí. Supongo que una parte de mí quiere pensar que eso no es cierto, que los mataron porque estaban en lugares peligrosos y porque se desplazan mucho, y se desplazan en horas en las que la gente intenta no moverse. Que creo que hay lo que llamamos una técnica de identificación para elaborar perfiles y señalar objetivos, porque cualquiera que use un drone, incluso para filmar o fotografiar, es considerado por la gente que maneja los drones de asalto israelíes, o drones Predator, como alguien que es parte de las unidades de combate, por lo que los matan automáticamente sin verificar si solo están tomando fotos. Creo que hay una variedad de excusas o explicaciones que Israel daría. Pero ciertamente, en algunos casos, estaban conectando a periodistas con el 7 de octubre u otras actividades completamente fuera de su labor periodística y queriendo vengarse de ellos. Pero esto tiene que verificarse, y creo que se está comprobando por varias instancias, caso a caso.

Pero ciertamente, cuando hay tanta gente, tantos periodistas a los que han matado, eso muestra que hay un patrón. Y nuestro papel es descubrir el patrón. Pero hay patrones en otras cosas. Hay patrones de familias enteras a las que han matado, 40, 30, 35 personas. Entonces, se puede asumir que el objetivo es uno de los miembros de la familia, lo que significa que se está permitiendo masacrar… digamos que esta persona es muy peligrosa para la seguridad de Israel. Eso significa que se está permitiendo matar a 30 personas, a 40 personas, a 25 personas, incluidos niños y niñas, incluyendo bebés, para acabar con una persona. Así que ese es un patrón. Podemos constatar eso con la realidad. No necesitamos tener documentos secretos para ello. Pero aun así los tenemos. Hay una investigación muy importante realizada por Yuval Abraham en +972, que habló con los servicios de inteligencia, con soldados de la inteligencia, y demostró que Israel está aprobando matar a mucha gente para acabar con una persona.

AMY GOODMAN: Entrevistamos a Yuval…

AMIRA HASS: Sí.

AMY GOODMAN: … en Democracy Now!, y habló de los programas de IA “Lavender” y “¿Dónde está papá?”.

AMIRA HASS: Sí, sí.

AMY GOODMAN: Así que tenemos la masacre de periodistas y luego el veto a los periodistas. Quería hablar por un momento… Creo que fue dos días después del Día Mundial de la Libertad de Prensa cuando Israel prohibió que Al Jazeera trabaje dentro…

AMIRA HASS: de Israel.

AMY GOODMAN: … del país, y la policía allanó las oficinas de Al Jazeera en Jerusalén, e incautó los equipos de transmisión. En los últimos siete meses, Al Jazeera, uno de los únicos medios internacionales con reporteros desde el terreno dentro de Gaza… A algunos de ellos los han matado. Este es un mensaje de vídeo pregrabado por Imran Khan, de Al Jazeera, desde Jerusalén Oriental.

IMRAN KHAN: Si estás viendo este informe pregrabado, entonces Al Jazeera ha sido prohibida en el territorio de Israel. El 1 de abril, la Knesset, el Parlamento israelí, aprobó una ley que permitió al primer ministro prohibir Al Jazeera. Ahora ha promulgado esa ley.

Déjenme mostrarles algunas de las definiciones que hay dentro de la ley. Han prohibido nuestro sitio web, incluyendo cualquier cosa que permita entrar o acceder al sitio web, incluso las contraseñas que se necesitan, ya sean de pago o no, y ya estén almacenadas en servidores israelíes o fuera de Israel. El sitio web ya no es accesible. También están prohibiendo cualquier dispositivo utilizado para proporcionar contenido. Eso incluye mi teléfono móvil. Si lo uso para hacer cualquier tipo de recopilación de noticias, los israelíes simplemente pueden confiscarlo. Nuestro proveedor de acceso a Internet, el sistema que simplemente hospeda AlJazeera.net, también está en peligro de ser multado si da alojamiento al sitio web. El canal de televisión Al Jazeera ha sido completamente prohibido. La transmisión por cualquier tipo de proveedor de contenido también está prohibida, así como tener oficinas u operarlas en el territorio de Israel. Además, repito, cualquier dispositivo utilizado para proporcionar contenido para el canal puede ser confiscado por los israelíes.

Es una prohibición muy amplia. No sabemos por cuánto tiempo será aplicada, pero cubre el territorio del Estado de Israel.

Imran Khan, para Al Jazeera, desde la Jerusalén Oriental ocupada.

AMY GOODMAN: Ese fue su último informe desde la Jerusalén Oriental ocupada. Ahora los reporteros de Al Jazeera dicen, cuando informan desde lugares como, por ejemplo, Ammán: “Nos han vetado en Israel”. Pero, curiosamente, Amira Hass, no sucede lo mismo con medios como CNN y MSNBC. No tienen prohibido informar desde Israel, pero Israel no les permite entrar en Gaza. Y cada vez que presentan un informe fuera de Gaza, no dicen “queremos recordarles que no estamos sobre el terreno en Gaza porque el Gobierno israelí lo ha impedido”.

AMIRA HASS: No puedo… No veo esos canales cuando estoy en Ramallah. Pero quiero decir que, en cuanto al público israelí, no importa si Al Jazeera está dentro de Israel o no está dentro de Israel. La población israelí en general no quiere saber lo que está sucediendo en Gaza. Y los medios israelíes no muestran nada. Es decir, muestran muy, muy pocas imágenes de la destrucción, pero con una muy limitada información e imágenes de los muertos o de los heridos. No hay relación entre lo que está sucediendo y lo que se muestra en Al Jazeera y lo que muestran los medios israelíes.

Pero esto último no se debe a una orden desde arriba. No es censura por parte del Estado, a diferencia del caso de Al Jazeera. Es una decisión de la mayoría de los canales israelíes, de la mayoría de los medios de comunicación israelíes, especialmente en televisión, por supuesto, que no muestren esas escenas horribles que pudieran dar a los israelíes alguna idea de que esto no puede, ni moral ni lógicamente, generar un cambio en la actitud de los palestinos o un cambio para aceptar a Israel o aceptar el derecho de los israelíes a existir, etc., si durante ocho meses se lanzó tal avalancha de venganza y supremacía contra ellos. Pero el público israelí no está buscando [esa información], la población en general no la busca. Por supuesto hay excepciones, como la izquierda israelí, los activistas israelíes, activistas israelíes de derechos humanos, activistas políticos de izquierda. Por supuesto, hay excepciones, así que no es toda la sociedad. Y, por supuesto, están los palestinos que son ciudadanos israelíes. Pero la prohibición de Al Jazeera no es la razón por la cual los israelíes no ven la realidad en Gaza. Esa no es la razón. Es una decisión de no enterarse.

AMY GOODMAN: Curiosamente, en cuanto a las familias de los rehenes, los medios en EE.UU. no muestran a los familiares de los rehenes diciendo: “Pongan fin a esta guerra”. Ciertamente los muestran hablando sobre el horror de…

AMIRA HASS: Sí.

AMY GOODMAN: … sus seres queridos retenidos en Gaza. Pero el segundo aspecto, para varias de estas familias de rehenes, es: “Pongan fin a la guerra ahora”.

AMIRA HASS: Sí, algunos, no todos, pero algunos de ellos sí, claro. Así son los medios estadounidenses. Es decir, sabemos que hay familias dentro del grupo de familias de los rehenes que tienen un mensaje distinto al de las demás.

AMY GOODMAN: Quiero preguntarle sobre la Nakba, sobre lo que sucedió en 1948 y lo que está sucediendo hoy, al regresar de la pausa. Estamos hablando con la periodista israelí Amira Hass, corresponsal de Haaretz para los Territorios Ocupados de Palestina, residente en Ramala. Vivió en Gaza durante tres años y escribió un libro llamado “Drinking the Sea at Gaza: Days and Nights in a Land Under Siege” (Bebiendo el mar en Gaza: días y noches en una tierra sitiada). Ella es la única periodista israelí que ha vivido en los Territorios Ocupados durante décadas. Quédense con nosotros.

[Pausa]

AMY GOODMAN: Escuchábamos al compositor y pianista Vijay Iyer interpretando “Kite” el 16 de mayo en la “ceremonia popular de graduación” en la Catedral de San Juan el Divino. Lyer le dedicó la canción al escritor y poeta palestino Refaat Alareer, quien murió en diciembre en un ataque aéreo israelí que también mató a su hermano, su hermana y cuatro de sus sobrinas pequeñas.

Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman. Continuamos nuestra conversación con la veterana periodista israelí Amira Hass, la corresponsal de Haaretz en los Territorios Palestinos Ocupados. Actualmente vive en Ramala y es la única periodista judía israelí que ha pasado 30 años viviendo en y reportando desde Gaza y Cisjordania. Entre sus libros se encuentra “Drinking the Sea at Gaza: Days and Nights in a Land Under Siege” (Bebiendo el mar en Gaza: días y noches en una tierra sitiada). También editó las memorias que su madre escribió en Bergen-Belsen, el campo de concentración. Ella es hija de sobrevivientes del Holocausto.

Amira, hable sobre lo que sucedió hace 76 años esta semana, el 15 de mayo, y luego sobre lo que está sucediendo hoy.

AMIRA HASS: Empezaré con la actualidad, porque creo que nosotros… Hay un país con dos pueblos: palestinos y judíos. Y podemos tener una larga discusión, una discusión historiográfica, y debatir sobre cómo sucedió que hubiera dos pueblos en este país y por qué en 1948 se estableció un Estado para los judíos mientras que no hubo una resolución de la ONU para establecer un Estado para los palestinos, o árabes, como se les llamaba. Eso no cambia el hecho de que hay dos pueblos. Y no cambia el hecho de que la gente quiere vivir en su tierra natal. Eso no cambia el hecho de que hay cientos de miles de refugiados palestinos, o cientos de miles de palestinos que fueron expulsados del país, de su tierra natal, en 1948, y que, en la actualidad, con sus hijos y nietos, son varios millones y ven a este territorio como su país, como su tierra natal. Tampoco cambia el hecho de que hay judíos israelíes que ven a Israel y a ese territorio como su país.

Y hay una decisión que deben tomar. ¿Quieren vivir y que sus nietos vivan, y vivan bien, en ese país, con justicia? ¿O quieren enviar a sus nietos e hijos por siempre a la guerra, obligando a algunas personas que tienen el dinero, que tienen los talentos, que tienen los contactos, a emigrar, y a otras a permanecer y vivir en la miseria, con hambre y en la ignorancia por el resto de sus vidas o hasta el fin de la humanidad o hasta que el mundo expire? Es por eso que sentimos que todavía estamos viviendo la Nakba y los resultados de la Nakba, porque no hay…

AMY GOODMAN: La Nakba, “catástrofe” en árabe.

AMIRA HASS: Sí, “catástrofe”, porque no se está reconociendo que la gente no puede vivir en esta injusticia insoportable, que un pueblo tiene los derechos y controla y dicta la vida de las otras personas en el territorio. Lo que tenemos que hacer es reconocer que hay dos pueblos en esa tierra, y que los pueblos tienen derechos. Y ahora estamos privando a los palestinos de sus derechos básicos, no solo el derecho básico a la vida, como vemos que sucede en Gaza en este momento, pero en un día normal bajo la ocupación les privamos del agua, de la libertad de movimiento, del derecho a la tierra y a la vivienda, de hacer planes, de viajar, de vivir con sus familias, de elegir su universidad, de desarrollar su economía, de prosperar, de invertir, de todas estas cosas. En cualquier momento, los soldados israelíes pueden confiscar millones de dólares de los palestinos bajo este o aquel pretexto. Los colonos israelíes llevan a cabo políticas israelíes, pero con mucho más celo, y confiscan la tierra, se apoderan de la tierra. La vida de los palestinos nunca… ellos nunca están seguros. Nunca han vivido en seguridad durante más de 75 años, a ambos lados de la Línea Verde, tanto en Israel como en los territorios ocupados en el 67.

Entonces, el pueblo israelí tiene que tomar una decisión: Queremos vivir para… Israel fue establecido para que los judíos se sientan seguros y vivan con normalidad. Esto no es una vida normal. Ellos pretendían hacer creer que esto era una vida normal, que podemos ocupar otros pueblos y sentirnos normales. No, el 7 de octubre, con todas las atrocidades y el enorme sufrimiento que las familias de las víctimas y las víctimas del 7 de octubre están viviendo, todo este sufrimiento y el trauma, un trauma y crueldad verdaderamente terribles, fue una especie de respuesta muy previsible por parte de Hamás y por parte de los palestinos a las atrocidades que por años perpetuó y perpetró Israel.

El punto más importante es el rechazo y la negación a aceptar y reconocer los derechos nacionales de los palestinos para la estadidad. Estaban listos para ello en los años 90, lo sé. Sé que los israelíes tratan de darle la vuelta a todo y dicen que [los palestinos] sabotearon los acuerdos de Oslo. Eso no es correcto. Y esta es una de las cosas que seguí muy de cerca, cómo Israel hizo todo, desde el principio, con el pretexto de un proceso de paz, hizo todo lo posible para frustrar el establecimiento de un territorio palestino al lado de Israel. Y hay una… Volvemos todo el tiempo a esto, porque los israelíes siempre dicen que es todo lo contrario. Pero evaden por completo todas las pruebas.

Entonces, lo que Israel hizo durante los últimos 30 años es demostrarle al mundo y a los palestinos que los palestinos tenían razón desde principios de los años 30 y los años 40, cuando dijeron que Israel es una entidad colonial o una entidad colonial de asentamientos. Israel tuvo la oportunidad en 1993 de detener sus proyectos colonialistas de asentamientos en Cisjordania y Gaza y de decir: “Está bien, no volveremos al 48. Empecemos desde ahora a construir una era diferente, una nueva era histórica”. Israel hizo lo contrario. Continuó con sus prohibiciones a los proyectos de construcción palestinos, al desarrollo palestino. Desconectó a los palestinos entre sí, desconectó Gaza de Cisjordania, comenzó a fragmentar Cisjordania más y más con carreteras destinadas solo para judíos. Y esto es en los años 90. Esto es en los años 90. El propio [Isaac] Rabin dijo que no quería… no veía un Estado [palestino] como una opción. Esta es la cuestión con el colonialismo de asentamientos israelí. Es Israel el que demostró su modelo colonialista de asentamientos.

Y ahora vivimos con eso, con toda esta anormalidad. Los judíos israelíes querían llevar vidas normales, felices. Si vas a Tel Aviv, crees que estás en Nueva York o en Londres, pero a 40 o 50 kilómetros de distancia, hay palestinos que viven en jaulas, desconectados de los demás, y todo lo dicta Israel, como el suministro de agua. En mi casa en al-Bireh, en verano, el suministro de agua es racionado porque no hay suficiente agua. Pero cuando vas a un asentamiento cercano, hay abundancia. Todo es verde de tanta agua que tienen. Los ganaderos israelíes usan la violencia para apoderarse de decenas de miles o miles de hectáreas de tierra, algo que no se podía hacer solo con la construcción de asentamientos. Y lo hacen por medio de la violencia y de la asistencia y silencio, o indiferencia, o el apoyo de las autoridades israelíes: la Policía, el Ejército, los fiscales, todo el mundo.

Cuando los palestinos dicen que la Nakba es algo en curso no solo se refieren a… se refieren a Gaza, por supuesto. Y muchas personas, por lo que yo sé, sienten que la masacre que se está perpetrando en Gaza ahora es mucho peor que lo que experimentaron en 1948. Pero también… Israel tomó las vidas palestinas y su autonomía y su libertad como rehenes por los últimos 70 o 75 años, en todas partes, de muchas formas. Dentro de Israel, los palestinos no se atreven a hablar, porque entonces… Si dicen una sola palabra, por ejemplo la palabra “shahid”, que significa “mártir”, y lloran las muertes de tantos palestinos en Gaza, podrían ser detenidos. Podrían ser arrestados por incitación. Entonces…

AMY GOODMAN: ¿Si usan la palabra “mártir”?

AMIRA HASS: Sí, en Facebook por ejemplo. No sé… En Facebook, ves que ellos… al usar la palabra “mártir” o algo parecido… Es solo un ejemplo de cómo la gente tiene miedo de usar palabras que son muy normales. Incluso una frase del Corán puede tomarse como prueba de que apoyan a Hamás. Así que…

AMY GOODMAN: Ya que hablamos de Gaza y Cisjordania, hablemos un poco más sobre Cisjordania. Miles de personas han sido detenidas. Cientos han sido asesinadas desde el 7 de octubre. Usted habla de lo que llama el plan Smotrich. Bezalel Smotrich, el actual ministro de Finanzas israelí desde 2022.

AMIRA HASS: Sí, y él es ministro también en el Ministerio de Defensa, y él es responsable de los asentamientos, en realidad, de los proyectos de construcción de asentamientos en Cisjordania.

AMY GOODMAN: Tanto él como Ben-Gvir son colonos.

AMIRA HASS: Sí, sí. Smotrich publicó en 2017 algo llamado “El plan decisivo”, que en realidad dice que los palestinos tienen que aceptar que nunca tendrán un Estado, que nunca serán ciudadanos en igualdad de condiciones en este país y no pueden disfrutar de sus derechos individuales. Si no quieren eso, se pueden ir y pueden emigrar, la cual es, por supuesto, la opción preferible para él. Y si rechazan ambas cosas y se resisten —a veces él dice “resisten violentamente”, a veces solo dice “resisten”—, el ejército sabrá, o el aparato de seguridad sabrá cómo lidiar con ello. Y esto fue, de una manera u otra, interpretado como “bueno, entonces los matarán”. Smotrich no aceptó que la gente asumiera que se refería a matar civiles. Él rechazó eso.

Pero de todos modos, ahora vemos que lo que está sucediendo es la implementación de ese “plan decisivo”. Esto demuestra que, en todas partes, los palestinos son atacados por cualquier cosa, como un mensaje de que si quieren vivir en paz, quiero decir, normalmente, o lo parecido a una vida casi normal, tienes que guardar silencio. No deben decir nada. Ciertamente no deben manifestarse. Definitivamente no deben alzarse en armas ni tampoco movilizarse o hacer algo para demostrar apoyo. Incluso el defenderse o protegerse de la violencia de los colonos puede hacer que te arresten.

Este mensaje… Smotrich no habría tenido el éxito que tuvo si el Estado no hubiera allanado el camino y no hubiera tenido realmente la misma postura durante al menos los últimos 20 años. Entonces, no es que Smotrich sea un genio que puede… o sea tan poderoso que pueda imponer su posición al resto del Gobierno. En cierto modo lo es, porque él conoce las vulnerabilidades de Netanyahu. Smotrich sabe lo mucho que los judíos ortodoxos quieren que este Gobierno continúe. Pero el hecho de que, en la práctica, todas las autoridades israelíes son parte de la represión de los palestinos, de tantas formas y de tal manera que es tan similar a los planes de Smotrich, demuestra que eso ha hecho parte del ADN del sistema de este Estado profundo por muchos años.

AMY GOODMAN: Antes de terminar nuestra conversación, ¿qué rumbo cree que tome lo que está pasando ahora? Justo al iniciar esta entrevista, Israel terminó de presentar su defensa en el marco de la solicitud con carácter urgente por parte de Sudáfrica para evitar que se lleve a cabo una ofensiva terrestre a gran escala en Rafah. Israel insiste en que la ayuda está pasando con facilidad por todos los puntos de entrada, y Sudáfrica dice que hay que frenar a Israel. ¿Cómo cree que va a acabar esto?

AMIRA HASS: Ahora mismo espero que los jueces tomen una decisión, porque viendo la forma en que Israel ha podido, durante casi seis meses, manipular y arrastrar a… y cómo los países occidentales permiten que esto continúe sin ejercer la influencia que tienen sobre Israel para detener la matanza, la hambruna y el hambre, la inanición infligida deliberadamente, nuestras esperanzas están puestas en los jueces para que se den cuenta de que Israel está mintiendo.

AMY GOODMAN: ¿Y qué hay de Estados Unidos? El presidente Biden anunció 1.000 millones de dólares en armamento militar en proceso de ser enviado a Israel, incluyendo 700 millones en municiones de tanques, 500 millones en vehículos tácticos, 60 millones en proyectiles de mortero. Hable sobre la importancia de la posición que adopta Estados Unidos y lo qué está haciendo Biden.

AMIRA HASS: Biden apoya a Israel en la continuación de la guerra. No veo otra explicación a esto. Todo su discurso respecto a que él está preocupado por Rafah o por la hambruna o lo que sea es una hipocresía tan grande que me deja casi sin palabras. Uno cree, por un lado, que están enviando ayuda, o dicen que están enviando ayuda, pero toma tanto tiempo y es tan poco. Y por otro lado, alientan a Israel a continuar la guerra contra Gaza, donde vemos que ya Israel ha sido derrotado. Sí, ha sido derrotado. Que una potencia militar tan grande siga luchando contra Hamás después de ocho meses no es nada positivo para los israelíes, excepto para algunos grupos que quieren que esto continúe.

AMY GOODMAN: Nos quedan cinco segundos.

AMIRA HASS: Sí. Pero para la mayoría de los israelíes… Está claro que la mayoría de los israelíes entienden, a pesar de que, por un lado, apoyan la guerra, que es también una guerra en su contra.

AMY GOODMAN: La periodista y escritora de larga trayectoria Amira Hass, corresponsal de Haaretz en los Territorios Palestinos Ocupados. Soy Amy Goodman. Gracias por acompañarnos.


Editado y traducido por Igor Moreno Unanua e Iván Hincapié.

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