El mes pasado fue el abril más caluroso del que se tiene registro y el undécimo mes consecutivo en el que se baten récords de calor. El calor extremo ha afectado especialmente vastas áreas de África y Asia, causando el cierre de escuelas, daños a los cultivos y cientos de muertes relacionadas con las altas temperaturas. En Bangladés, más de un millón de refugiados rohinyá que viven en campamentos situados en la ciudad de Cox’s Bazar, al sureste del país, han tendido que soportar temperaturas de hasta 41 grados Celsius con pocas opciones para refrescarse.
Nurul Islam: “Este calor es insoportable, especialmente en nuestras casas hechas de lona. Durante el día, ha sido difícil permanecer dentro, ya que la lona se empapa con el calor”.