Relacionado
Desde Rafah nos acompaña el periodista gazatí Akram al-Satarri, quien informa sobre el endurecimiento por parte de Israel de las restricciones al ingreso de la ayuda humanitaria, así como su rechazo a la propuesta de alto el fuego y los planes de invadir la ciudad donde se refugian más de un millón de personas palestinas. El ejército israelí tomó el control del lado palestino del cruce fronterizo de Rafah con Egipto, con lo cual está impidiendo el ingreso de ayuda humanitaria al territorio sitiado y la población palestina ha quedado atrapada bajo un fuerte bombardeo israelí. Previamente, durante el fin de semana, Israel también había cerrado el cruce fronterizo de Karem Abu Salem en el sur de Gaza después de un ataque de Hamás en el que murieron cuatro soldados israelíes. “Israel no está permitiendo que entre a Gaza una ayuda humanitaria que es esperada como un salvavidas”, dice al-Satarri y añade que la gente palestina está “desesperada” ante la orden de evacuación emitida por Israel para un tercio de la población de Rafah en vísperas de su invasión. “Entienden que se les viene encima más destrucción, más devastación, más muerte y privaciones”. Al-Satarri también habla sobre la prohibición impuesta por Israel al medio Al Jazeera, uno de los únicos medios internacionales con periodistas en Gaza. “Creo que quieren silenciar a Al Jazeera y quieren silenciar a todos los medios de comunicación libres para evitar que se sigan difundiendo las cosas que suceden en el territorio”.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.
Transcripción
AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman, con Juan González.
El ejército israelí inició sus ataques terrestres en Rafah, al sur de Gaza, luego de que, el 6 de mayo, Hamás aceptara una propuesta de alto el fuego. Nos conectamos con Rafah para un informe sobre la situación allí, incluyendo el tema del acceso a la ayuda humanitaria. La Casa Blanca dijo este 6 de mayo que no es necesario que haya un alto el fuego para que entre en funcionamiento el muelle planeado en Gaza para entregar ayuda, pero su construcción se pausó temporalmente la semana pasada debido al mal tiempo. Israel tomó control del paso fronterizo de Rafah, en la frontera de Gaza con Egipto, durante la noche. Esto se produce después de que Israel también cerró el paso fronterizo de Karem Abu Salem, en el sur de Gaza, durante el fin de semana, luego de un ataque de Hamás que mató a cuatro soldados israelíes.
Para más información, nos acompaña Akram al-Satarri, periodista residente en Gaza, quien se encuentra en Rafah, al sur de Gaza, cerca del hospital Kuwaití.
Bienvenido de nuevo a Democracy Now! ¿Puede hablar de lo que está sucediendo ahora mismo en el terreno? ¿Qué significa el ingreso de tanques israelíes en Rafah y la toma de control del cruce fronterizo con Egipto? ¿Cómo ha respondido la población?
AKRAM AL-SATARRI: Bueno, de hecho, para empezar, eso significa que se ha bloqueado lo que constituye un salvavidas. Eso significa que el movimiento de personas que viajan fuera de Gaza y de personas que están regresando a Gaza ya ha sido obstaculizado. Eso significa que los pacientes que necesitan atención médica y son transferidos a algún lugar fuera de Gaza tendrán negado ese acceso. También significa que la población en general del sur de Gaza y del norte de Gaza están privadas por igual de los suministros de alimentos que fueron enviados —algo que ya se había ralentizado antes de los últimos acontecimientos—. La gente está hablando, y furiosamente, han estado diciendo que Israel tuvo éxito ayer en dos grandes frentes militares. El frente principal, número uno, es que tomaron control del paso fronterizo de Rafah, el cual es una instalación civil que tiene como función facilitar la entrada y salida de personas de Gaza. Y número dos, que el ejército israelí logró destruir el letrero de “Te amo, Gaza”, lo que significa que están empeñados en destruir cualquier cosa que tenga que ver con la vida o el amor en la Franja de Gaza.
La gente está en extremo preocupada. Entienden que sus vidas se verán muy afectadas por esa operación militar. Y también entienden, que Israel ha estado jugando esa carta con el fin de consolidar su posición en torno a las negociaciones que aún están en curso entre Hamás e Israel, que han sido impulsadas indirectamente por Egipto y Catar y con la supervisión y también el apoyo del Gobierno estadounidense. La población de Gaza tiene miedo del castigo colectivo que se ha estado llevando a cabo en el norte de Gaza, y ven estas acciones como una réplica de las mismas técnicas de castigo colectivo que implementan las fuerzas de ocupación israelíes, como las describen los gazatíes, con el propósito de negociar el destino de las personas, usando como arma la comida, que es un derecho que tienen como humanos, haciendo lo mismo con la atención médica y los suministros de salud a los que tienen derecho las personas como seres humanos, y también usando como un arma el refugio de la gente, que ha sido destruido.
Ayer, un tercio de la población de Rafah recibió órdenes de abandonar sus hogares y dirigirse hacia el oeste de Rafah o a Jan Yunis y a la zona central de Gaza. Decenas de miles de personas se están desplazando. Decenas de miles de personas aún se están desplazando. Y están desesperadas, y entienden que más destrucción, más devastación, más muerte y privaciones vienen en camino. Así que este es el ambiente en Gaza. La gente tiene miedo. La gente se muestra escéptica sobre la intención real del Ejército israelí o sobre la voluntad política de Israel para participar en las negociaciones. Y entienden que [Israel] ha estado haciendo todo lo que ha estado haciendo con el fin de socavar la posibilidad de tener una vida digna en Gaza y con el propósito de avanzar hacia el objetivo y la meta final de desplazar a la población de Gaza luego de hacer que Gaza sea inhabitable.
JUAN GONZÁLEZ: Akram, quería preguntarle, todo esto se produce luego de que Israel prohibió, el pasado fin de semana, las transmisiones de Al Jazeera en el país y además allanó las oficinas de Al Jazeera en Jerusalén. Un gran número de reporteros, muchos de ellos de Al Jazeera, han sido asesinados desde que comenzó esta guerra. ¿Teme usted que esto sea un intento de impedir cualquier informe desde Gaza justo antes de esta nueva posible invasión de Rafah?
AKRAM AL-SATARRI: En general, el Ejército israelí y los dirigentes políticos en Israel están muy frustrados con la cobertura de todos los diferentes medios de comunicación. Pero lo irónico en el caso de Al Jazeera es que Israel ha estado hablando sobre la libertad de expresión, y ahora están prohibiendo que Al Jazeera transmita los boletines de noticias desde lo que ellos llaman su territorio.
Hasta ahora han matado a 149 periodistas. Y han estado persiguiendo a diferentes medios de comunicación, lo cual incluye la revisión de los materiales y de los boletines de noticias que son proporcionados por reporteros desde el terreno, para luego ir tras esos periodistas que podrían estar proporcionando una narrativa diferente de la narrativa que ellos quieren ver en el territorio y de lo que quieren que se informe al público en general. La situación es extremadamente catastrófica.
Y creo que quieren silenciar a Al Jazeera y quieren silenciar a toda la prensa libre con el fin de evitar que más cosas salgan a la luz sobre lo que está pasando en el terreno, cosas que incluyen la eliminación de familias enteras, la destrucción de plantas e instalaciones vitales que estaban destinadas a la purificación del agua que le llega a la gente que la necesita, y es por eso que la gente está sufriendo severos problemas de salud, incluyendo en sus sistemas respiratorios y digestivos, además de todo tipo de diferentes problemas de salud. El Gobierno israelí ha demostrado, con sus acciones, que lo que buscan es perseguir la libertad de expresión y que están dispuestos a ir más allá cuando se trata de prohibir que esas voces lleguen a la gente. Y al prohibir Al Jazeera, están confirmando el análisis de que han estado luchando contra la libertad de expresión en todos los diferentes frentes y niveles.
AMY GOODMAN: Akram al-Satarri, ¿qué hay del tema del ingreso de la ayuda? La directora del Programa Mundial de Alimentos, Cindy McCain, dijo que en el norte del enclave hay una “hambruna en toda regla”. La ONU dijo luego que Israel está negando el acceso al sur de la Franja de Gaza a través del cruce fronterizo de Rafah mientras los grupos de ayuda advierten de una catástrofe inminente en medio de escenas caóticas de familias que huyen sin tener una opción segura de refugio. ¿Cuál es la situación de la ayuda humanitaria, ahora que ha cerrado otra frontera, y cómo recibe la gente ayuda en este momento?
AKRAM AL-SATARRI: La entrega de ayuda ha sido extremadamente lenta durante las últimas semanas. Esto afecta a las personas, que ahora tienen dificultades para poder almacenar comida, si esa es la expresión correcta. La expresión correcta es obtener cualquier tipo de alimento que puedan darles a sus familias diariamente. Y aquellos que veían venir esa incursión terrestre, que tenían la esperanza de poder guardar algo de la comida con el propósito de usarla al desplazarse desde Rafah, porque estaban anticipando un escenario en el que la situación casi de hambruna en el norte de Gaza se replicaría en el sur de Gaza, ahora con la lentitud del ingreso de la comida, no pudieron guardar nada. Y el bloqueo que ahora se ha impuesto en el sur de Gaza es un bloqueo en el sentido literal de la palabra. Israel está controlando el cruce de Rafah. Israel está controlando el área de Kerem Shalom. Israel no está permitiendo el ingreso de la ayuda humanitaria a Gaza, que se sabe que es un salvavidas para los gazatíes que perdieron sus medios de subsistencia, que perdieron sus refugios, que perdieron a sus seres queridos, que lo han perdido casi todo. Pero aún así quieren seguir viviendo y necesitan ese alimento para ello. Ahora se les va a negar esta comida. Se les va a negar el acceso a esa comida. Y es probable que eso agrave la crisis humanitaria que se está produciendo en la Franja de Gaza.
Ellos temen, y eso lo han expresado la UNRWA, el Programa Mundial de Alimentos, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios en los Territorios Palestinos Ocupados —la cual es una organización de la ONU que está encargada de monitorear, supervisar e informar sobre la situación en los territorios—, prácticamente todas las organizaciones internacionales han estado advirtiendo de que tal incursión es probable que tenga un impacto catastrófico en la vida de la población gazatí.
Este impacto catastrófico ya comenzó la noche anterior. Cuando se produjo el asalto al cruce de Rafah y al de Kerem Shalom, la gente se movilizó en la zona tratando de conseguir algo, cualquier cosa que pudieran obtener. Ahora no hay ningún suministro de alimentos entrando por el cruce fronterizo de Rafah o de Kerem Shalom. Eso seguro afectará a la población y es algo que ya está sucediendo. Y les afectará de una manera mucho peor con el paso del tiempo, porque Israel se quedará en esa área y luego recurrirán a algunas medidas que, en apariencia, mostrarán al mundo que han estado permitiendo la entrada de ayuda alimentaria a Gaza. Gaza necesita 1.000 camiones de ayuda, de suministros de alimentos, cada día. En los primeros días de la crisis, Gaza estuvo recibiendo 5 camiones, 6 camiones, 10 camiones, 30 camiones. Y Gaza, en los últimos días antes de la Pascua, estaba recibiendo unos 230 camiones, aún por debajo del mínimo. Pero ahora no hay nada, ni siquiera lo mínimo. Y es probable que Gaza continúe sufriendo. Y creo que eso va a provocar más hambre, más inanición y más muerte y sufrimiento.
JUAN GONZÁLEZ: Akram, quiero preguntarle sobre protestas masivas de estudiantes que, como sabe, se están realizado en Estados Unidos, Europa y otras partes del mundo occidental en solidaridad con el pueblo palestino. ¿Han llegado las noticias de estas protestas a la población de Gaza? ¿Los gazatíes se sienten alentados, en cierta forma, por el apoyo de la juventud en estos países?
AKRAM AL-SATARRI: Los palestinos han estado extremadamente agradecidos con las noticias de esas grandes protestas en diferentes universidades estadounidenses en apoyo al pueblo de Palestina. Los palestinos han estado muy agradecidos con las voces judías por la justicia y la paz, que han estado motivando a la gente a actuar. Han estado siguiendo las noticias sobre las personas que han propiciado el actual movimiento, que ven como un levantamiento y lo llaman “intifada”, inspirado en la intifada, el levantamiento que comenzó en 1987, y por ello están agradecidos. Tienen esperanza y lo ven como algo extremadamente positivo.
Además, esperan que este tipo de activismo lleve al Gobierno… impulse al Gobierno estadounidense a reconsiderar sus posturas sobre el conflicto palestino-israelí y sobre la crisis en Gaza. Tienen la esperanza de que este movimiento dinámico en todo Estados Unidos también pueda reunir a más personas en apoyo de la causa palestina y en defensa del derecho del pueblo palestino a una vida digna. Quieren un alto el fuego. También piensan que este tipo de acciones están allanando el camino hacia un alto el fuego al presionar al Gobierno estadounidense y despertar la conciencia de la sociedad.
Por lo tanto, tienen el componente de la educación, la importancia del apoyo y también tienen el nivel operativo con el cual [los manifestantes] sustentan sus palabras con sus acciones, extendiendo una mano amiga, cambiando la dinámica con la esperanza de que algo positivo sucederá.
Personalmente, veo muchas cosas positivas sucediendo en Estados Unidos gracias a los esfuerzos de los estudiantes universitarios, gracias a los esfuerzos de la comunidad humanitaria y gracias a los esfuerzos de las voces judías que han estado allí en apoyo de Palestina y en defensa de la humanidad y la justicia.
Esa es la percepción que los habitantes de Gaza tienen de lo que está pasando. Los gazatíes están asombrados y están agradecidos. Y tienen la esperanza de que esta clase de acciones continuarán y conducirán a algo más grande, más positivo y sostenible, incluyendo un alto el fuego sostenible.
AMY GOODMAN: Akram al-Satarri, muchas gracias por acompañarnos, periodista residente en Gaza, que se encuentra ahora en Rafah, al sur de Gaza. Al regresar, continúan los campamentos de solidaridad con Gaza. Hablaremos con una profesora del Dartmouth College que fue empujada al suelo [por la policía]. Fue directora del departamento de Estudios judaicos de Darmouth. Quédense con nosotros.
[Pausa]
AMY GOODMAN: “Hind’s Hall”, interpretada por Macklemore. La canción acaba de ser publicada y se anunció que todas las ganancias de la misma irán a la UNRWA.
Traducido por Iván Hincapié y editado por Igor Moreno Unanua.