Relacionado
En Bangladesh, la represión a las manifestaciones estudiantiles masivas ya ha dejado un saldo de, al menos, 174 muertes y más de 2.500 personas detenidas, luego de que la policía y el ejército recibieran órdenes de “disparar en el acto” en medio de un estallido social. Las protestas se desencadenaron en oposición a un sistema de cuotas para acceder a empleos en la administración pública, que establece que el 30% de los cargos públicos están reservados para familiares de veteranos de la guerra de independencia del país contra Pakistán, librada en 1971. El domingo 21 de julio, el tribunal superior de justicia redujo esa cuota a sólo el 5%, pero la movilización estudiantil continúa activa, con la demanda de que se levante por completo el toque de queda, se reabran las universidades y se libere a estudiantes y dirigentes sociales detenidos en las manifestaciones. “La ira colectiva que se ha desatado es por la desigualdad, la falta de oportunidades y la percepción de que quienes están cerca de la clase dominante y la élite gobernante están obteniendo todos los beneficios”, explica el periodista Salil Tripathi, autor de The Colonel Who Would Not Repent, un libro sobre el legado de la guerra de independencia de Bangladesh.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.