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En Israel, cientos de miles de personas se movilizaron este fin de semana en demanda de un alto el fuego después de conocerse la muerte de otros seis rehenes en Gaza. Aún así, el primer ministro Benjamin Netanyahu sigue rechazando el acuerdo para un alto el fuego que incluye el retiro de las tropas israelíes del sur de Gaza. La guerra israelí contra Gaza ya lleva casi once meses y, según las autoridades locales de salud ha provocado la muerte de más de 40.000 personas palestinas en el territorio. “Nuestros políticos no escuchan a nadie, porque actúan guiados por sus propios intereses”, dice el pacifista israelí Yonatan Zeigen cuya madre, Vivian Silver, murió en el ataque de Hamás contra el kibutz Be’eri el 7 de octubre de 2023. Zeigen añade que en las calles de Israel, en las manifestaciones masivas, hay mucha solidaridad, pero que está acompañada por una sensación de “desesperanza”. También hablamos con el columnista del periódico Haaretz Gideon Levy, quien señala que la indignación que hay en Israel todavía sigue limitada a los sectores opositores a Netanyahu y aún no ha penetrado en su base de apoyo. Además, enfatiza el importante papel que juega Estados Unidos en la continuación de la violencia y en la negativa de Netanyahu a aceptar un alto el fuego. “Si el presidente Biden realmente hubiera querido poner fin a esta guerra, podría haberlo hecho en cuestión de días con la decisión de detener o al menos poner condiciones […] al suministro de armas y municiones a Israel. Cosa que no ha hecho”, señala Levy.
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