En la República Democrática del Congo, al menos 129 personas murieron y decenas más resultaron heridas en medio de un intento de fuga ocurrido el lunes en la tristemente célebre prisión de Makala, en la ciudad de Kinsasa. El ministro de Seguridad de la República Democrática del Congo afirma que una veintena de reclusos murieron tras ser alcanzados por los disparos efectuados por guardias de la prisión, mientras que, según se informa, el resto murió en una estampida producto del caos. La prisión fue construida para albergar a 1.500 personas, pero a mediados de este año llegó a albergar un total de 15.000. Amnistía Internacional ha descrito las condiciones en la prisión de Makala como “atroces”, mientras que los reclusos denuncian hambre, hacinamiento y abusos generalizados.
Jeff: “He estado detenido aquí sin juicio previo durante un año. Las condiciones [en la prisión] son muy duras. Cada día mueren prisioneros. Ustedes no tienen idea cómo sufre la gente aquí. Los reclusos se alimentan muy mal, y a menudo las raciones que les corresponden a los reclusos no son distribuidas por los funcionarios penitenciarios”.