En la Franja de Gaza, los ataques israelíes han matado al menos a 18 palestinos desde el miércoles. Cuatro personas perdieron la vida durante un ataque israelí contra un campamento de palestinos desplazados situado cerca del hospital Mártires de Al-Aqsa, en el centro de Gaza. Decenas de tiendas de campaña quedaron destruidas y muchas personas, incluidos menores, resultaron heridas. En la ciudad de Jan Yunis, al sur de Gaza, personal médico ha comenzado a vacunar contra la polio a decenas de miles de niños y niñas palestinos, en el marco de la segunda fase de la campaña de erradicación de la polio impulsada por la ONU.
Mientras tanto, Hamás ha acusado al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de sabotear de manera deliberada las iniciativas destinadas a lograr un acuerdo de alto el fuego y de liberación de rehenes al negarse a retirar a los soldados israelíes desplegados en el llamado “corredor de Filadelfia”, un área que se extiende a lo largo de la frontera entre Gaza y Egipto.
Esto ocurre al tiempo que documentos recientemente divulgados muestran cómo Netanyahu y los negociadores israelíes han prolongado intencionalmente el ataque de Israel contra Gaza al plantear nuevas exigencias durante las conversaciones para un alto el fuego. Los documentos, publicados por el periódico israelí Yedioth Ahronoth, también revelan que tres de los seis rehenes que fueron hallados muertos en Gaza el fin de semana pasado estaban listos para ser liberados como parte de un acuerdo de alto el fuego redactado en mayo.