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A principios de febrero, una mujer venezolana indocumentada fue deportada a México junto a dos de sus hijos, una niña de 6 años y un niño de 9, apenas dos horas después de haber sido detenida en un control de tránsito por una infracción menor. Ampliamos esta información con John Washington, quien cubrió el caso para el medio independiente de Tucson “Arizona Luminaria”. Según agentes de seguridad pública de Arizona, la mujer conducía por debajo del límite de velocidad y ella, a quien Democracy Now! no identifica a petición de la familia, relata haber sido esposada frente a su hija y su hijo. Los policías llamaron a la Patrulla Fronteriza, que detuvo a la mujer y sus hijos para entregarlos a funcionarios de inmigración mexicanos en la ciudad fronteriza de Nogales, desde donde se les llevó en autobús hasta el estado de Tabasco, en el sur de México, a unos 3.200 km. de distancia de la frontera. Washington señala que la mujer tuvo que padecer “un interrogatorio que duró toda la noche”. Pasaron días hasta que finalmente pudo llamar a sus familiares para informarles sobre su paradero. Sus otros dos hijos, de 8 y 14 años, permanecen en Tucson. También nos acompaña la activista de derechos migratorios Greisa Martínez Rosas, directora ejecutiva de la organización United We Dream Action, quien plantea que el Partido Demócrata también es responsable de las dañinas políticas migratorias que ahora se están llevando a otros niveles con el Gobierno de Trump. “Necesitamos un verdadero poder y un verdadero partido opositor”, afirma Rosas.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.