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El martes 4 de febrero el presidente estadounidense, Donald Trump, se reunió en la Casa Blanca con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Allí, Trump volvió a sugerir que se lleve a cabo una limpieza étnica en Gaza expulsando a toda su población palestina. Trump ya había hablado públicamente sobre trasladar a la población de Gaza a Jordania y Egipto, idea que esos países han rechazado rotundamente. El martes fue aún más lejos y dijo que Estados Unidos debería “ser dueño” de Gaza y convertirla en un destino turístico costero. “Nada ha desestabilizado más la región, en las últimas ocho décadas, que la limpieza étnica perpetrada por Israel contra el pueblo palestino y nadie, en ningún nivel, va a aceptar un acuerdo que dé continuidad a eso”, señala el analista palestino-estadounidense Yousef Munayyer, quien califica el plan de Trump como “ética y moralmente repugnante”. También hablamos con el exnegociador de paz israelí Daniel Levy, quien dice que la sociedad israelí en estos momentos está “embelesada” con la presidencia de Trump. Pero añade que “tal vez, el mayor talón de Aquiles de Israel sería creer realmente que Estados Unidos es todopoderoso”.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.
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