Trump intensifica su guerra contra la prensa

Columna25 de abril de 2025
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Amy Goodman y Denis Moynihan

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, odia a la prensa quizás tanto como la ama. Desde su incursión en la política electoral, en 2015, su afán por figurar en los titulares ha chocado con el periodismo crítico, que le exige rendir cuentas. Es por ello que el mandatario estadounidense ha calificado a la prensa como “enemiga del pueblo”, ha dirigido insultos a los periodistas y ha llegado incluso a incitar actos de violencia contra ellos. Actualmente, en su segundo mandato, Trump ha multiplicado estos ataques, no solo contra los medios de comunicación que informan sobre sus abusos de poder, sino también contra la propia existencia de una prensa libre.

En un evento realizado el 14 de marzo en el Departamento de Justicia de Estados Unidos, frente a una numerosa audiencia, Trump pronunció uno de sus discursos más inquietantes. Aunque se supone que ese departamento actúa con independencia, el errático discurso que Trump pronunció en esa ocasión fue básicamente una hoja de ruta dirigida a los fiscales federales y los agentes del FBI allí reunidos, a quienes instruyó a emprender una campaña de represalia contra quienes él considera sus enemigos políticos, incluida la prensa. En un fragmento de su discurso, Trump afirmó:

“Creo que [las cadenas] CNN y MSDNC, que escriben, literalmente, un 97,6% de cosas malas sobre mí, son brazos políticos del Partido Demócrata. En mi opinión, son ilegales y realmente corruptas. Lo que hacen es ilegal”.

Aunque es probable que Trump nunca haya leído la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, seguramente la mayoría de los presentes en el evento sí lo había hecho. Entre otras cosas, la Primera Enmienda establece que el Congreso “no promulgará ninguna ley […] que coarte la libertad de expresión o de prensa”. De hecho, el periodismo es una de las pocas profesiones que la Constitución estadounidense protege de forma expresa.

Pero, en su deriva autoritaria, Trump no se dejará disuadir por casi 250 años de precedentes constitucionales.

En una entrevista con Democracy Now!, Robert Kuttner, coeditor de la revista The American Prospect, dio detalles sobre los ataques de Trump a la prensa:

“Muchos medios de comunicación progresistas podrían perder el beneficio de la exención impositiva otorgada a organizaciones sin fines de lucro […]. Las radioemisoras no comerciales transmiten en frecuencias asignadas por la Comisión Federal de Comunicaciones. Esa agencia podría decir: 'Oigan, en realidad, necesitamos esas frecuencias por motivos de seguridad nacional y las emisoras de radio no comerciales no podrán seguir transmitiendo por aire'. […] De hecho, ya se percibe una especie de capitulación anticipada por parte de las grandes corporaciones propietarias de los periódicos The Washington Post y Los Angeles Times con el fin de apaciguar el ambiente, y a veces hasta parece que el The New York Times está suavizando sus críticas [al Gobierno]. Porque cuando una persona multimillonaria es dueña de un medio de comunicación, suele tener —aunque deteste la expresión— otros intereses comerciales que proteger. Shari Redstone es un ejemplo clásico de ello”.

Redstone es la heredera del imperio mediático multinacional Paramount Global, que posee una gran cantidad de medios, entre ellos CBS, Paramount, las cadenas de televisión CW y BET, Comedy Central y otros. Actualmente, Redstone está intentando concretar una fusión entre Paramount Global y la compañía de medios Skydance Media, cuyo fundador y director ejecutivo es David Ellison, hijo del multimillonario de la industria de la tecnología Larry Ellison, la cuarta persona más rica del mundo y cofundador del gigante del software Oracle.

Shari Redstone podría ganar miles de millones de dólares con la fusión, que aún tiene que superar algunos obstáculos regulatorios de la Comisión Federal de Comunicaciones.

Esto podría explicar por qué Redstone —según informó el portal de noticias Semafor— “monitoreaba atentamente los reportes que [el programa dominical de la CBS] '60 minutos' emitía sobre Trump”. El presidente estadounidense interpuso una demanda contra este prestigioso programa de investigación de la cadena CBS, alegando que el programa había incurrido en “conductas ilegales e ilícitas” en la edición de una entrevista realizada en octubre de 2024 a su oponente en las elecciones, la entonces vicepresidenta Kamala Harris. Según se informa, para avanzar con la fusión pendiente, Redstone estaría negociando un acuerdo de resolución de la demanda presentada por Trump, que ha sido ampliamente considerada como una demanda con poco fundamento.

En medio de los rumores sobre el posible acuerdo entre CBS y Trump, el veterano productor ejecutivo de “60 minutos”, Bill Owens, renunció a su cargo. En un memorando obtenido por The New York Times, Bill Owens escribió: “En los últimos meses ha quedado claro que no se me permitirá producir el programa como siempre lo he hecho, tomando decisiones independientes en función de lo que consideraba correcto para '60 minutos' y para la audiencia”.

La premio nobel de la paz María Ressa conoce bastante sobre ataques a la prensa. La fundadora del portal filipino de noticias Rappler enfrentó múltiples embestidas legales, además de amenazas de arresto y ataques violentos durante el mandato del expresidente de Filipinas Rodrigo Duterte.

Al respecto, Ressa dijo a Democracy Now!: “La principal lección que aprendimos es que uno está en su punto más fuerte al inicio de los ataques. […] Soy una periodista tradicional en el antiguo sentido de la palabra, y no quería ser una activista. Pero, cuando se trata de la batalla por los hechos, la actividad periodística se convierte en activismo. En nuestro caso, nos mantuvimos firmes [en esa batalla]. Es un derecho que nos otorga la Constitución”.

La respetada periodista María Ressa goza de libertad, mientras que el expresidente Duterte se encuentra actualmente encarcelado en la ciudad de La Haya, a la espera de ser juzgado por la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad.

Una prensa libre es un baluarte contra el autoritarismo. Trump lo sabe, y por eso todos debemos apoyar y defender el periodismo independiente, mientras aún podamos.


© 2025 Amy Goodman

Traducción al español de la columna original en inglés. Edición: Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org

Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.

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