El Grupo de Estudio de Irak conformado por miembros de ambos partidos, accedió a solicitar el retiro gradual de los soldados estadounidenses de Irak y el inicio de negociaciones con Irán y Siria. Se estima que el informe esté pronto la semana próxima. Según el New York Times, el panel dice implícitamente que el retiro debería comenzar el año próximo. Pero el informe no establece un calendario definitivo y deja la cuestión abierta a si los soldados estadounidenses serían desplegados en países vecinos o enviados de regreso a su país. Desde su creación, los críticos del Grupo de Estudio de Irak lo han acusado de ser una herramienta para proporcionar una cortina política para el statu quo. Un alto oficial de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos encargado de la planificación en Irak dijo: “La cuestión es si no parece un calendario para Bush, pero sí para [el Primer Ministro iraquí Nouri] al-Maliki”.
Mientras tanto, el Presidente Bush se reunió hoy con al-Maliki en Jordania, un día después de la fecha pactada. La reunión iba a tener lugar el miércoles, pero al-Maliki la canceló a último momento. La cancelación tuvo lugar horas después de que el New York Times publicó contenidos de un memorando del gobierno de Bush que expresaba serias dudas sobre el desempeño de al-Maliki. En su aparición con al-Maliki hoy, el Presidente dijo que las fuerzas estadounidenses se quedarían por tiempo indeterminado y rechazó los llamados a una división en Irak.
El Presidente Bush también fue interrogado acerca de la violencia sectaria en Irak.
Mientras tanto, un importante bloque político chiita, lanzó una amenaza para finalizar la participación en el gobierno iraquí si al-Maliki se reunía con Bush.
La cumbre de Bush con al-Maliki tiene lugar en medio de la violencia incesante en Irak. Al menos 102 personas murieron el miércoles, entre ellas dos soldados estadounidenses.
En un marcado distanciamiento con el gobierno de Bush, el miércoles el ex Secretario de Estado, Colin Powell, señaló mientras daba una conferencia en Dubai que la guerra en Irak podría ser considerada como una guerra civil.
Mientras tanto, un asesor del gobierno saudí declaró que Arabia Saudita intervendrá en Irak para proteger a la comunidad sunita si Estados Unidos se retira. El asesor Nawaf Obaid escribió en el Washington Post que el gobierno del Rey Abdullah armaría y financiaría a líderes militares sunitas y ayudaría a establecer brigadas sunitas para luchar contra las milicias chiítas apoyadas por los iraníes. Obaid escribió: “La participación saudí en Irak conlleva grandes riesgos: podría provocar una guerra en la región. Que así sea: las consecuencias de la inacción son mucho peores”. La advertencia surge una semana después de que el Vicepresidente Dick Cheney visitó Arabia Saudita. El gobierno de Bush dijo en un principio que Cheney realizó el viaje como parte de una iniciativa diplomática en Medio Oriente. Sin embargo, el Washington Post informa que Cheney fue prácticamente “intimado” a visitar al Rey Abdullah.
En Letonia, los líderes de la OTAN finalizaron la cumbre sobre Afganistán sin un fuerte compromiso de enviar más soldados. Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá procuraban ayuda militar, pero los miembros clave España e Italia rechazaron en forma explícita su solicitud.
En su pedido de ayuda en Afganistán, el Primer Ministro británico Tony Blair dijo que la “credibilidad” de la OTAN estaba en peligro.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU anunció que el arzobispo sudafricano Desmond Tutu encabezará una misión para investigar la muerte de diecinueve civiles palestinos en la localidad de Beit Hanun en Gaza, ocurrida a principios de este mes. Una familia perdió dieciséis miembros cuando tanques israelíes abrieron fuego contra su casa. Siete niños murieron, el menor de los cuales tenía apenas un año. Israel dijo que las muertes se debieron a una falla técnica. Tutu dice que se siente honrado con la designación, y espera que la misión ayude a avanzar en la causa de paz.
En Italia, un juez postergó una audiencia para determinar si un soldadado estadounidense debería ser juzgado por matar al agente de inteligencia italiano Nicola Calipari. Calipari escoltaba a la periodista Giuliana Sgrena para salir de Irak, luego de que fuera secuestrada. El soldado, Mario Lozano del 69º Regimiento de Infantería del Ejército de Estados Unidos en Nueva York, es acusado de “homicidio doloso”. La audiencia fue postergada hasta febrero.
En Ginebra, el Coordinador de Ayuda Humanitaria de la ONU, Jan Egeland, dio el miércoles su última conferencia de prensa antes de abandonar su cargo el mes que viene.
Egeland, que es el más alto funcionario de Asuntos Humanitarios de la ONU, también habló sobre la situación en Darfur, que según dijo empeora cada día.
En México, se le ordenó al ex Presidente Luis Echeverría que afronte un juicio por su participación en la masacre de manifestantes estudiantiles llevada a cabo en Tlatelolco en 1968. Echeverría era en ese entonces Ministro del Interior y fue acusado de ordenarle a las fuerzas del gobierno que abrieran fuego. La matanza tuvo lugar diez días antes de que México fuera sede de los Juegos Olímpicos. Grupos defensores de los derechos humanos calculan que unas 300 personas fueron asesinadas ese día.
En Estados Unidos, se le ordenó al gobierno de Bush que reanude el pago de viviendas a los miles de personas desalojados por el Huracán Katrina. El miércoles, el Juez de Distrito estadounidense Richard Leon, dictaminó que a las víctimas de Katrina se les ha negado ilegalmente el pago de viviendas y que han sido sometidas a un proceso de solicitud que calificó como “kafkaiano”. Leon dictaminó que FEMA no explicó debidamente por qué había suspendido los pagos y no les dio a los evacuados el derecho de apelar. Las acciones de FEMA dejaron a varios evacuados sin hogar. Este fallo marcó la segunda victoria en tribunales de las víctimas de Katrina esta semana; el lunes, un tribunal federal decretó que los propietarios tienen derecho a recibir indemnizaciones más altas por los daños causados por la inundación.
En Florida, ocho personas fueron acusadas en relación con la muerte de un joven de catorce años que tuvo lugar en un campo de reclusión juvenil en enero. Inicialmente se dijo que el joven, Martin Lee Anderson, había muerto a causa de una enfermedad sanguínea hereditaria de malformación de células, pero una segunda autopsia exigida por sus padres descubrió que los guaridas lo habían asfixiado hasta que murió. Imágenes de video muestran a Anderson cayéndose al suelo luego que uno de los guardias lo golpeó por la espalda. Siete guardias y una enfermera fueron acusados de homicidio agravado.
La familia de Martin Lee Anderson criticó al gobernador Bush por tomar acciones en el caso demasiado tarde, y por rechazar sus pedidos de reunirse.
Nuevas cifras indican que el número de estadounidenses que se encuentran en prisiones o centros de reclusión está aumentando. Una cifra récord de 2.2 millones de personas se encuentra tras las rejas —casi un 3% más que el año pasado— mientras que otros cuatro millones de personas se encuentran en libertad condicional o libertad bajo palabra. El número de prisioneras ha sufrido un crecimiento abrupto con un aumento del 2.6%. La disparidad racial no muestra signos de cambio. Entre los hombres mayores de veinte años, el 8% de los afrodescendientes están presos, en comparación con un 1% de hombres blancos.
En otras noticias, el gobierno estadounidense aceptó pagarle dos millones de dólares y pedirle disculpas a Brandon Mayfield. Mayfield es el abogado musulmán de Oregon que fue encarcelado hace dos años, luego que el FBI lo vinculo erróneamente con los bombardeos llevados a cabo en trenes de Madrid.
El presidente electo de la Coalición Cristiana de Estados Unidos dice que no asumirá su cargo debido a la oposición del grupo a expandir su agenda. El Reverendo Joel Hunter dice que quería tratar temas como la pobreza y los problemas ambientales, pero le dijeron que la Coalición Cristiana no quiere tratar temas que vayan más allá de la oposición al aborto y al matrimonio gay.
Y finalmente, un ciudadano alemán que fue torturado luego de ser secuestrado por la CIA se encuentra en Estados Unidos, para apelar el rechazo de la demanda que presentó contra el gobierno estadounidense. Hace tres años, Khaled el-Masri fue capturado en la frontera entre Serbia y Macedonia y luego trasladado a Afganistán, donde fue torturado en una prisión secreta. Luego de cinco meses fue liberado sin cargos en su contra. Masri describió su clavario el miércoles en Washington.
La demanda de Masri fue desechada en mayo luego que un juez federal apoyó los argumentos del gobierno de que tratar este caso pondría en peligro secretos de Estado. Anthony Romero, de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), criticó la postura del gobierno.
Masri dijo que podría desechar el caso si Tenet le pide disculpas.