Estados Unidos prohibió temporalmente el ingreso de periodistas y abogados a la prisión militar en Bahía de Guantánamo. El miércoles, un grupo de periodistas fue obligado a abandonar la isla por una directiva del Pentágono. Un portavoz del Pentágono dijo que se ordenó que los periodistas se retiraran tras quejas por parte de otros medios de comunicación de que se les negaba el mismo acceso. Pero surgen cuestionamientos acerca de si esta decisión estuvo motivada por el hecho de que los periodistas realizaron una cobertura el sábado tras el suicido de tres detenidos. Dicha cobertura incluía entrevistas con los abogados de los detenidos, quienes criticaron el modo en que sus clientes fueron tratados. Los periodistas trabajan para el Los Angeles Times, el Miami Herald y el Charlotte Observer. Un portavoz del Pentágono dijo que la orden de revocar los permisos no fue dada por los comandantes de Guantánamo, sino que surgió de la oficina del Secretario de Defensa Donald Rumsfeld. Mientras tanto, también se le prohibió a abogados que representan a detenidos de Guantánamo que visiten a sus clientes en la prisión. Una abogada que representa a un grupo de detenidos dijo que le informaron que la prohibición será levantada el lunes. En una declaración, el Centro para los Derechos Constitucionales —que ha representado a muchos detenidos— dijo: “En un momento en que el gobierno debe ser transparente con respecto a las muertes en Guantánamo, están construyendo un muro para mantenerlas en secreto y está evadiendo la responsabilidad pública. Esta ofensiva contra la libertad de prensa hace que todo el mundo se pregunte qué otras cosas están escondiendo allí… El gobierno de Bush le tiene miedo a los periodistas estadounidenses, a los abogados estadounidenses y a las leyes estadounidenses”.
Mientras tanto, los abogados de los detenidos que se suicidaron criticaron a las Fuerzas Armadas estadounidenses por demorar casi tres días en informarles sobre la muerte de sus clientes. Inicialmente, las Fuerzas Armadas afirmaron que ninguno de los hombres tenía representante legal, pero luego se dieron cuenta de su error. Esta noticia surge mientras el Pentágono rechazó pedidos por parte de Amnistía Internacional de llevar a cabo una investigación independiente sobre los suicidios.
El Presidente Bush dijo: “Me gustaría cerrar Guantánamo, pero también reconozco que tenemos detenidas a algunas personas que son muy peligrosas, y más vale que tengamos un plan para lidiar con ellos en nuestros tribunales. Y la mejor manera de lidiar, en mi opinión, de lidiar con este tipo de personas es a través de nuestros tribunales militares. Y es por eso que estamos esperando que la Suprema Corte tome una decisión. Cerrar Guantánamo implica enviar a algunos sujetos de regreso a sus hogares, como lo hemos estado haciendo. Y el Departamento de Estado está en el proceso de alentar a los países a que acepten nuevamente a estos sujetos. Por supuesto, a veces somos criticados por sacar a algunas personas de Guantánamo y enviarlas de regreso a su país, debido a la naturaleza de ese país. Es un círculo vicioso”.
En otras noticias sobre Guantánamo, Estados Unidos anunció que pronto extraditará a los 96 prisioneros afganos que actualmente se encuentran detenidos en la prisión. Se sospecha que varios de ellos son miembros de Talibán. Los detenidos serán enviados de vuelta a Afganistán donde serán liberados o enjuiciados.
En Sri Lanka, 62 personas murieron cuando el autobús en el que viajaban pasó por encima de una mina terrestre. Las fuerzas gubernamentales culparon al grupo rebelde Tigre Tamil y comenzaron a bombardear las áreas controladas por estos rebeldes. El grupo negó rotundamente ser el responsable.
En Gran Bretaña, cuatro hombres que afirmaron ser torturados durante prolongadas detenciones en prisiones sauditas perdieron el derecho a demandar a sus antiguos captores. El miércoles, la Cámara de los Lores del Parlamento británico decretó que los funcionarios de Arabia Saudita están protegidos por los fueros estatales, por lo que no pueden ser enjuiciados dentro del territorio británico. Estos hombres fueron arrestados en 2001 y acusados de llevar a cabo una serie de atentados con bombas. Según dicen, mientras estuvieron presos fueron torturados, golpeados, violados y privados de dormir. Uno de los hombres, William Sampson, habló con Democracy Now en noviembre del año pasado. En dicha ocasión, William Sampson dijo: “Nos golpearon desde el inicio. Luego de un par de días las golpizas se incrementaron; de tan sólo recibir puñetazos, patadas, ser lanzado contra las paredes de la habitación, y que se pararan sobre mis testículos, pasé a estar tirado boca abajo en el suelo atado como un puerco, con las manos encadenadas detrás de la espalda y atadas a los tobillos, y luego ser golpeado en la planta de los pies”.
En el Líbano, el Ejército afirma que un sospechoso confesó haber asesinado a un alto miembro de Hezbollah y las guerrillas palestinas en nombre del Mossad, la agencia de inteligencia israelí. Según los funcionarios militares libaneses, el sospechoso, Mahmoud Rafeh, dijo que era un alto miembro de un grupo responsable de por lo menos otros tres grandes asesinatos en el Líbano. Rafeh fue arrestado la semana pasada con relación al reciente asesinato de dos miembros de la Yihad Islámica. Hezbollah y la Yihad Islámica acusan desde hace tiempo a Israel de ser responsable de una serie de atentados que causaron la muerte de algunos de sus miembros. Hezbollah ha luchado contra las fuerzas israelíes en el sur del Líbano desde la invasión israelí en 1982.
En Estados Unidos, el Departamento de Seguridad Nacional anunció que más de dos mil inmigrantes indocumentados fueron arrestados en una ofensiva masiva que comenzó el mes pasado. Funcionarios del gobierno dijeron que prácticamente la mitad de las personas que fueron arrestadas tienen antecedentes penales. Más de 800 personas ya fueron deportadas.
El gobierno de Bush está siendo acusado de flexibilizar una regulación ambiental a pedido de empresas energéticas y petroleras. Según Los Angeles Times, la Casa Blanca presionó a la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) para que flexibilice las normas que hubieran obligado a las empresas a mantener limpia el agua subterránea cerca de los lugares de excavaciones petroleras y otras zonas de construcción. El gobierno intervino tras quejas de las empresas energéticas y un pedido directo por parte de un ejecutivo petrolero de Texas al alto asesor de la Casa Blanca Karl Rove. En 2002, el ejecutivo, Ernest Angelo, le dijo a Rove mediante una carta que la regulación propuesta estaba provocando que varias personas de la industria petrolera dudaran si debían apoyar a los republicanos “cuando nos encontramos con este tipo de estupideces”. Rove le envió la carta a altos asesores presidenciales en materia ambiental y les dio instrucciones de que respondieran. Luego, la EPA modificó las normas, incluso luego de que el Congreso había logrado un acuerdo detallado. Las nuevas normas entraron en vigencia esta semana. Sharon Buccino, directora del programa de tierras del Consejo de Defensa de Recursos Naturales, dijo que el cambio en la normativa era “otro ejemplo más de que el gobierno de Bush premia a sus amigos de la industria petrolera y del combustible en detrimento de la preservación del ambiente y de la salud pública”.
En Capitol Hill, la Cámara de Representantes someterá hoy a debate una resolución sobre la guerra en Irak. Los críticos dicen que el texto de la resolución excluirá cualquier debate importante. El texto de la resolución declara: “que Estados Unidos prevalecerá en la Guerra Mundial contra el Terrorismo [y] en la lucha para proteger la libertad del adversario terrorista”. Las normas de la Cámara de Representantes impedirán que los miembros del Congreso propongan enmiendas o resoluciones alternativas. En una conferencia de prensa el miércoles, un grupo bipartito de legisladores ató sus manos con una soga amarilla para simbolizar lo que calificaron como una falta de debate. El demócrata hawaiano Neil Abercrombie explicó: “Nuestras manos están atadas literalmente en la cámara del pueblo, el único lugar donde los ciudadanos estadounidenses deberían poder esperar un debate total, honesto y abierto”.
El debate de hoy surge mientras se continúan produciendo grandes divisiones dentro de ambos partidos con respecto a la guerra. El martes, el senador de Massachussets, John Kerry, le dijo a un grupo de votantes liberales en la conferencia “Take Back America” (Recobrar a Estados Unidos) en Washington, que la guerra en Irak era un error y que se equivocó al votar a favor de ella. Kerry anunció que introducirá una resolución para que los soldados se retiren antes de fin de año. Kerry atacó a los artífices de la guerra y los calificó de “guerreros sin experiencia cuya primera línea es una sala de conferencias con aire acondicionado”. En una entrevista con el Boston Globe, Kerry agregó: “Los ciudadanos estadounidenses tienen el derecho y la obligación de (…) poner fin a la guerra en Irak que debilita a la nación todos los días que continuamos en ella”. La propuesta de Kerry mantendría a algunos soldados en Irak para que entrenen a los soldados iraquíes.
Los comentarios de Kerry durante la conferencia “Take Back America” surgieron poco después de un discurso de la senadora de Nueva York Hillary Rodham Clinton. Clinton fue abucheada cuando dijo que se oponía a fijar una fecha para la retirada de los soldados. Mientras bajaba del escenario tras pronunciar su discurso, un grupo de espectadores corearon: “Traiga a los soldados de regreso”.
En California, un jurado le ordenó a tres fábricas químicas que indemnicen a la ciudad de Modesto por los daños causados por su participación en la fabricación de productos de limpieza en seco, que contaminaron el agua con lo que se sospecha sean sustancias cancerígenas. Se le ordenó a dos empresas, Vulcan Material y Dow Chemical, que paguen la suma de 178 millones de dólares. Ejecutivos de las empresas dijeron que planean apelar.