En Washington, el Presidente Bush celebró la muerte de Zarqawi. Bush dijo: “Zarqawi está muerto, pero continúa la difícil y necesaria misión en Irak. Es de esperarse que los terroristas y los insurgentes sigan adelante sin él. Es de esperarse que la violencia sectaria continúe. Sin embargo, la ideología del terrorismo ha perdido a uno de sus líderes más notorios y agresivos. La muerte de Zarqawi es un gran golpe para Al Qaeda. Es una victoria en la guerra mundial contra el terrorismo, y es una oportunidad para el nuevo gobierno de Irak de cambiar el rumbo de esta lucha”.
La noticia de la muerte de Zarqawi también fue bien recibida por muchos iraquíes. Imad Kadhim, un residente de Bagdad, dijo: “Si Dios quiere, la muerte de Zarqawi nos dará la oportunidad de deshacernos del terrorismo, porque es un hombre malicioso, una persona rencorosa que no tiene religión ni conciencia. Hiere a nuestra gente. Esperamos que prevalezca la paz y la buena voluntad y que las personas vuelvan a sus trabajos, y aquellos que viajaron al exterior vuelvan con sus familias. El país ya tuvo suficiente de Zarqawi y sus colegas”.