El número de muertos a causa del último ataque israelí contra la Franja de Gaza ahora llegó a 43. Todas las víctimas —exceptuando a una— son palestinas. El sábado, un ataque aéreo israelí mató a una mujer y a dos de sus hijos, mientras llevaban a cabo una parrillada familiar en el patio trasero de su casa. Otro integrante de la familia resultó gravemente herido. Las agencias de ayuda de la Organización de las Naciones Unidas advierten que Gaza está al borde de un desastre humanitario, y dicen que los civiles iraquíes son quienes están pagando por los ataques israelíes. La ONU dice que el precio de los alimentos aumentó un 10% en las últimas tres semanas, debido a que Israel bloqueó la frontera con Gaza. La ONU también exhortó a Israel a que repare el daño causado a la principal planta energética de Gaza, que ha dejado a la ciudad sin energía eléctrica dieciocho horas por día. En una declaración, las agencias dijeron que la ofensiva ha “traído aún más miseria a cientos de miles de personas y causará más daño a la sociedad palestina”. Los líderes palestinos reiteraron sus pedidos de ayuda internacional.
El negociador palestino Saeb Erekat, dijo: “Estamos exactamente en el ojo de una tormenta, en medio de una catástrofe humana en Gaza, 1.3 millones de personas han sido literalmente sitiadas, tratadas como rehenes”.