Mientras tanto, uno de los principales grupos de derechos humanos de Israel responsabiliza al gobierno israelí por su reciente ataque a Gaza. En un nuevo informe, B’Tselem afirma que el bombardeo realizado por Israel a la principal planta energética de Gaza en junio constituye un crimen de guerra. El bombardeo dejó a más de un millón de personas sin electricidad e interrumpió los servicios de agua y saneamiento de Gaza. Israel dice que lanzó el ataque para rescatar al soldado capturado Gilad Shalit. Sin embargo, B’Tselem acusó a Israel de tener otros motivos.
El portavoz del grupo, Sarit Michaeli, dijo: “Claramente este ataque no contribuyó en nada a los esfuerzos de liberar al cabo Gilad Shalit y traerlo de regreso a Israel. Nuestra investigación indica que el único motivo posible de este ataque fue satisfacer la necesidad de venganza e imponer un castigo colectivo a la población civil”.
B’Tselem quiere que el gobierno israelí investigue y procese a los responsables del ataque, así como también le solicita que pague el costo de reconstrucción de la planta.