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Hace veintidós años, un grupo de age ntes del gobierno francés hizo explotar un barco conocido como el Rainbow Warrior (Guerrero del Arcoiris) en las costas de Nueva Zelanda. A bordo se hallaban activistas del grupo Greenpeace que protestaban contra las pruebas nucleares francesas en el Pacífico. Un miembro de Greenpeace resultó muerto en la explosión. Trece agentes franceses fueron identificados como participantes directos en el atentado con bomba pero solamente dos fueron encarcelados. Ahora sal e a la luz que el comandante de la unidad vive libremente en McLean, Virginia. Louis-Pierre Dillais es presidente de una empresa que fabrica armas y tiene varios contratos gubernamentales. Greenpeace ha exigido al Departamento de Seguridad Interna que deporte a Dillais por sus vínculos directos con un acto de terrorismo de estado. Sin embargo, la administración Bush no ha reaccionado a la petición. Hablamos con el abogado de Greenpeace Deepa Isac.