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El año pasado, los líderes del Congreso accedieron a un pedido del presidente Bush de que se financiara una importante intensificación de las operaciones encubiertas contra Irán destinadas a desestabilizar a los líderes iraníes, según se indica en un nuevo artículo escrito por el veterano periodista de investigación Seymour Hersh para la revista New Yorker. Las operaciones estaban detalladas en una Orden Ejecutiva altamente clasificada firmada por Bush, la que, por ley, debe darse a conocer a los líderes demócratas y republicanos. El plan autorizaba fondos reservados por hasta 400 millones de dólares para actividades que van desde el apoyo a grupos disidentes hasta espiar el programa nuclear de Irán. Hersh nos acompaña desde Washington D.C.