Los comentarios del general se produjeron en momentos en que el régimen golpista fue objeto de severas críticas por parte de un funcionario de la ONU de visita en el país. Frank la Rue, el relator especial de la ONU para la libertad de expresión, calificó al gobierno de facto como un “gobierno dictatorial […] que está cerrando los espacios de la democracia”. Mientras la Rue hablaba, la emisora hondureña Radio Globo dijo que estaba siendo amenazada con la clausura. Según se informa, las fuerzas militares hondureñas ordenaron a los reguladores que cerraran la emisora. Radio Globo ha sido uno de los pocos medios de comunicación que criticó al régimen de facto. Mientras tanto, Zelaya se encontraba en México D.F., donde lanzó una nueva campaña internacional para regresar a su país. En compañía del presidente mexicano Felipe Calderón, Zelaya renovó su aceptación de un acuerdo respaldado por Costa Rica para resolver la crisis hondureña.
Zelaya declaró: “Yo sigo ejerciendo el mandato y luchando por botar a los usurpadores del poder. Y usando todas las armas pacíficas, que tal vez esa es la forma más civilizada de hacerlo, la comunidad internacional, la diplomacia, la Carta democrática de Naciones Unidas, la Carta de la OEA, todos los instrumentos pacíficos para que el retorno sea con las garantías pacíficas y que el pueblo deje de padecer la represión que en este momento está sufriendo”.
Más adelante, Zelaya exhortó a Estados Unidos para que aumente la presión sobre el régimen golpista. En declaraciones a CNN, Zelaya dijo: “Honduras depende de Washington. Estados Unidos tiene que endurecerse y el golpe durará cinco segundos”.
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