El gobierno de Obama recortó formalmente más de 30 millones de dólares de la ayuda que proporciona a Honduras. El anuncio del jueves se conoció poco después que la secretaria de Estado Hillary Clinton se reuniera con el líder hondureño derrocado Manuel Zelaya en Washington. Zelaya elogió la medida como un paso más en la presión ejercida sobre el régimen golpista.
El Presidente hondureño Manuel Zelaya dijo: “Yo creo que con esta decisión de Estados Unidos, faltará escuchar a Canadá, que todavía no se había pronunciado en forma particular sobre el tema, pero se va consolidando un solo bloque de todos los países de América, los treinta y cuatro países, condenando el golpe de Estado, no reconociendo a sus autoridades y tampoco reconociendo autoridades ilegítimas que surjan de unas elecciones fraudulentas y viciadas por la falta de libertad y por la represión en contra del pueblo hondureño”.
El Departamento de Estado también reconoció que el derrocamiento de Zelaya constituía un golpe de Estado, pero se negó a calificarlo formalmente como golpe militar. Según las leyes estadounidenses, si se declarara oficialmente que el derrocamiento del mandatario fue un golpe militar, el gobierno de Obama se vería obligado a recortar hasta en 150 millones de dólares la ayuda financiera a Honduras.