Hoy dedicamos todo el programa a un hombre que se jugó la vida dos veces: una cuando estuvo en la guerra de Vietnam y otra años después de regresar. El 1 de septiembre de 1987, Brian Willson participó en una acción política no-violenta en las afueras de la Estación Naval de Armas de Concord ubicada en California. Willson se sentó en las vías del tren, junto a otros dos veteranos, para tratar de detener un tren del gobierno estadounidense que llevaba una cargamento de armas con destino a América Central durante la época de las guerras contrarrevolucionarias. El tren no se detuvo. Willson sufrió 19 fracturas de huesos, fractura de cráneo y perdió las dos piernas. “Antes de eso había estado muchos meses en zonas de guerra de Nicaragua y también había estado en El Salvador hablando con miembros de la guerrilla y activistas de derechos humanos. Quería comprender la increíble cantidad de asesinatos, mutilaciones y desplazamientos que había, porque la gente tenía miedo de ser asesinada”, dijo Willson. Y cuenta que decidió que “como mínimo tenía que profundizar mi propio trabajo como pacifista, si se quiere, ocupando las vías del tren”. “Bueno, lamento haber perdido las piernas, pero no me arrepiento de haber estado allí. Hice lo que había dicho que iba a hacer. Descubrí que seguir órdenes no es lo mío”. Hoy, Willson viaja por todo el país visitando las manifestaciones de solidaridad con el movimiento “A ocupar Wall Street”, donde algunos de los manifestantes también son veteranos. Willson también habló de su nueva autobiografía “Blood on the Tracks: The Life And Times of S. Brian Willson” (Sangre en las vías: vida y obra de S. Brian Willson). Willson hizo gran parte de la gira por la costa oeste en su triciclo manual.