La Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 17) en Durban marca el regreso del director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo. A la edad de catorce años, Naidoo se unió al movimiento antiapartheid y pronto se vio obligado a pasar a la clandestinidad, después de ser arrestado por violar las leyes de emergencia del gobierno del apartheid. Luego de pasar casi un año en la clandestinidad, Naidoo se fue de Sudáfrica y no volvió hasta después de la liberación de Nelson Mandela en el año 1990. Hablamos con Naidoo de la cumbre sobre el cambio climático y la relación entre su activismo antiapartheid en la década de 1980 y su trabajo como ecologista en la actualidad. “El problema es que el nivel de ambición y el nivel de urgencia que se ven en estas conversaciones no coinciden con lo que la ciencia nos dice que hay que hacer”, sostiene Naidoo. “Estamos viendo en África, en el Cuerno de África, con la sequía, el conflicto de Darfur, la devastación que las agricultoras africanas enfrentan en todo nuestro continente, que el impacto del cambio climático se está cobrando vidas en este momento. Así que en ese contexto, tiene que haber un mayor sentido de urgencia para avanzar en la agenda”.