Arabia Saudita —reino rico en petróleo y lugar de nacimiento y antigua residencia de Osama Bin Laden— logró evitar las protestas populares generalizadas que se han estado produciendo en la región desde enero. La Provincia Oriental, rica en petróleo y limítrofe con Bahréin, ha sido testigo de protestas de la minoría chiita. En el mes de marzo, Arabia Saudita envió tropas a Bahréin para apoyar a la familia real tras un mes de protestas. Hablamos con Toby Jones, autor de “Desert Kingdom: How Oil and Water Forged Modern Saudi Arabia” (El reino del desierto: cómo el petróleo y el agua forjaron la Arabia Saudita moderna), que trata del papel de Arabia Saudita en la represión del levantamiento popular en Bahréin y en el propio país. “No deberíamos dar por sentado que los ciudadanos saudíes no tienen interés de lograr cierto tipo de reforma democrática o política. Hay una gran frustración en la sociedad saudí”, afirma Jones.