Relacionado
La Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) ha guardado silencio luego del tiroteo masivo que el viernes dejó 27 muertos (20 niños y siete adultos) en Newtown, Connecticut. Este podeoroso grupo de presión matiene desde hace mucho tiempo una fuerte incidencia sobre los legisladores para que en Estados Unidos se mantenga el acceso fácil a las armas de fuego, y muchos opinan que está obstaculizando las reformas sobre el tema. Según la organización Center for Responsive Politics, la NRA ha gastado más de 2,2 millones de dólares en hacer lobby en el Congreso durante este año. En comparación, el lobby a favor del control de armas ha gastado sólo 180.000 dólares. Nos acompaña Lisa Graves, quien ha estudiado extensamente la trayectoria de la NRA, que lleva años usando su poder y su dinero para frustrar las propuestas de control de armas. La documentación reunida por Graves muestra que una de las principales vías utilizadas por la NRA para ejercer su influencia es el Consejo Estadounidense de Intercambio Legislativo (ALEC, por sus siglas en inglés), el hermético grupo que ayuda al empresariado estadounidense a elaborar y presentar proyectos de ley en diferentes estados en todo el país. Durante el gobierno de Clinton, Graves ocupó un alto cargo en la Fiscalía General del Departamento de Justicia, donde se encargaba de la política nacional sobre armas.