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Un nuevo estudio muestra que, en Estados Unidos, cientos de mujeres han sido detenidas, sometidas a procedimientos médicos no deseados y encerradas en cárceles o instituciones psiquiátricas por estar embarazadas. La organización National Advocates for Pregnant Women (defensoría nacional de mujeres embarazadas) encontró 413 casos de mujeres embarazadas que fueron privadas de su libertad entre 1973 —año del fallo judicial del caso Roe vs Wade— y 2005. Y al menos otras 250 intervenciones de distinto tipo han tenido lugar desde entonces. En un caso, un tribunal en Washington DC, ordenó a una mujer en estado crítico someterse a una cesárea en contra de su voluntad. Ni ella ni el bebé sobrevivieron. En otro caso, un juez de Ohio mantuvo a una mujer encarcelada para impedir que se realizara un aborto. Nos acompaña Lynn Paltrow, fundadora y directora ejecutiva de National Advocates for Pregnant Women. “Hemos visto casos donde se había asignado un abogado para el feto mientras la propia mujer, que estaba encerrada, aún no conseguía abogado”, dice Paltrow.”[Hemos visto] casos en los que se ordenaron procedimientos médicos que hacían caso omiso a las objeciones religiosas de las mujeres y hasta un tribunal que dijo que por supuesto las mujeres embarazadas tienen derecho a la libertad de culto, a menos que interfiera con lo que 'nosotros creemos que es mejor para el feto o embrión'”. Este nuevo estudio es divulgado en vísperas del 40 aniversario del juicio Roe vs. Wade, que culminó con un fallo histórico de la Corte Suprema que reconoce el derecho al aborto. Un derecho que ha sido asediado desde entonces.