Ecuador resiste de modo desafiante los llamados de Estados Unidos para que rechace la solicitud de asilo del ex informante de la NSA Edward Snowden. El jueves, el gobierno ecuatoriano declaró que renunciaría a los derechos preferenciales sobre comercio después de que autoridades estadounidenses insinuaran que éstos podrían revocarse. Desde Washington, el representante comercial de Estados Unidos Michael Froman dijo que el gobierno de Obama evaluaría la elegibilidad de Ecuador para optar a beneficios comerciales y revisaría una solicitud en la que se pide la revocación de éstos. Los comentarios de Froman se produjeron un día después de que el senador demócrata Robert Menéndez dijera que acoger a Snowden “dañaría profundamente” las relaciones entre Estados Unidos y Ecuador. Desde Quito, el Presidente ecuatoriano Rafael Correa afirmó que “la dignidad de su país no tiene precio”.
El Presidente Correa dijo: “Pero pronto se convirtieron en un instrumento de chantaje: ‘pórtate bien o te quito las ATPDEA’. Frente a la amenaza, insolencia y prepotencia de ciertos sectores estadounidenses, que han presionado para quitar las preferencias arancelarias de nuestro país por el caso Snowden, Ecuador informa al mundo que renuncia de manera unilateral e irrevocable a dichas preferencias arancelarias, compañeros. Nuestra dignidad no tiene precio”.
El gobierno de Correa continuó con un comentario mordaz dirigido al gobierno de Obama en el que ofrecía donar millones de dólares para la formación sobre derechos humanos en Estados Unidos en materia de “privacidad, tortura y otro tipo de acciones denigrantes para la humanidad”. Más tarde ese mismo día, Correa declaró que Ecuador no podrá analizar la petición de asilo de Snowden hasta que éste se encuentre en territorio ecuatoriano. Se cree que Snowden permanece en un área de tránsito del aeropuerto de Moscú.