Estados Unidos y Rusia iniciaron negociaciones en Ginebra respecto al plan ruso de poner bajo custodia el arsenal de armas químicas de Siria y evitar un ataque por parte de Estados Unidos. El Secretario de Estado John Kerry se reunirá con el canciller ruso Sergei Lavrov a fin de mantener negociaciones que se extenderán hasta el viernes. En la víspera de las negociaciones, la Casa Blanca afirmó que Rusia presentó planes “muy específicos” respecto a poner las armas químicas de Siria bajo control internacional.
En un artículo de opinión publicado hoy por el periódico New York Times, el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirma que un ataque estadounidense contra Siria “tendrá como resultado más víctimas inocentes, la intensificación del conflicto y el inicio de una nueva ola de terrorismo”. Putin sostuvo además que cree que fueron los rebeldes sirios quienes lanzaron el ataque en Ghouta con el objetivo de provocar la intervención extranjera e instó al gobierno de Barack Obama a abandonar las amenazas unilaterales de llevar a cabo una acción militar contra el régimen de Bashar al-Assad, al expresar: “Debemos dejar de utilizar el lenguaje de la fuerza y volver al camino de la resolución civilizada, diplomática y política”.
Las negociaciones en Ginebra tienen lugar en medio de noticias respecto a que la CIA comenzó a entregar armas a los rebeldes sirios. En el marco de lo que el periódico Washington Post califica de “una escalada importante del rol de Estados Unidos en la guerra civil de Siria”, armamento liviano y otras municiones comenzaron a llegar desde hace dos semanas a través de Turquía y Jordania tras varios meses de retraso. Al parecer, se había detenido la entrega de las armas por temor a que las mismas terminaran en manos de rebeldes vinculados a Al Qaeda; sin embargo, tales preocupaciones parecen haber disminuido desde que el Presidente Obama amenazó con el uso de la fuerza en respuesta al ataque con armas químicas que tuvo lugar el mes pasado en Ghouta. Los actuales cargamentos están destinados al Consejo Militar Supremo, una fuerza rebelde bajo la dirección del general Salim Idriss. El Departamento de Estado envió además asistencia no letal a los rebeldes, en la que se incluyen vehículos y equipamiento de comunicaciones.
El director de una comisión de la ONU que investiga violaciones a los derechos humanos en Siria manifestó advertencias contrarias a atacar militarmente a Siria al afirmar que únicamente incrementará el sufrimiento de los civiles. Paulo Pinheiro, director de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Siria, efectuó declaraciones para la prensa en Ginebra.
Pinheiro sostuvo: “Para ayudar a garantizar el cumplimiento, el Consejo de Seguridad debe participar como un foro para presionar a las partes en conflicto en Siria y a los Estados que influyen respecto al tema de la protección de los civiles. Hay una urgente necesidad de que cesen las hostilidades y se retorne a las negociaciones que lleven a una solución política. Optar por la acción militar en Siria no sólo intensificará el sufrimiento dentro del país, sino que además hará que tal solución quede más allá de nuestro alcance colectivo”.
Las declaraciones de Paulo Pinheiro tuvieron lugar pocas horas después de que la comisión que encabeza hiciera público un informe en el que se acusa a ambas partes de crímenes de guerra, entre ellos, ocho masacres cometidas por parte de las fuerzas del régimen de Assad y una por parte de los rebeldes. En declaraciones efectuadas desde la sede de la ONU en Nueva York, el Secretario General Ban Ki-moon sostuvo que la comunidad internacional le ha fallado profundamente a Siria.
El Secretario General de la ONU declaró: “Nuestro fracaso colectivo para impedir los atroces crímenes que han tenido lugar en Siria durante los pasados dos años y medio constituirán una pesada carga para las Naciones Unidas y sus Estados miembro. Tengo la esperanza de que las actuales negociaciones para poner bajo custodia el arsenal de armas químicas de Siria lleve al Consejo de Seguridad a desempeñar un rol eficaz al impulsar la finalización de la tragedia siria”.
En algunos de los más recientes hechos de violencia en Siria ocurridos en el día de hoy, activistas locales afirman que aviones de combate del régimen de Assad bombardearon uno de los principales hospitales de campaña en la región del norte controlada por los rebeldes. Según el Aleppo Media Center, once civiles, entre ellos dos médicos, murieron en la localidad de al-Bab. Por otra parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informa que 22 civiles pertenecientes a la secta alauita minoritaria murieron en una masacre perpetrada por el Frente Nusra, vinculado con Al Qaeda, en las cercanías de la ciudad de Homs.
El miércoles, tuvieron lugar en todo Estados Unidos eventos conmemorativos del 12º aniversario de los ataques del 11 de Septiembre de 2001. Se llevaron a cabo momentos de silencio a la hora en que cada uno de los aviones impactó contra las torres del World Trade Center, el Pentágono, la zona rural de Pennsylvania y a la hora en que se derrumbó la Torre Norte del World Trade Center. En el Pentágono, el Presidente Obama rindió homenaje a las aproximadamente 3.000 personas que perdieron sus vidas debido a los ataques.
El Presidente Obama expresó: “Oramos por la memoria de todos aquellos que nos fueron arrebatados, casi 3.000 almas inocentes. Nuestros corazones sienten aún dolor por los futuros truncados, las vidas que podrían haber sido”.
En el World Trade Center, familias de las víctimas de los ataques del 11 de septiembre de 2001 repitieron su tradición anual de decir en voz alta el nombre de cada una de las víctimas. Tras rendir homenaje a su tío fallecido, la adolescente de quince años de edad de Brooklyn Brittney Cofresi hizo un llamado a la paz en momentos en que Estados Unidos evalúa la posibilidad de llevar a cabo una acción militar contra Siria.
Cofresi expresó: “Mi tío, Salvatore Papasso. Sólo tenía tres años cuando te arrebataron de nosotros y te extrañamos mucho. Y, Presidente Obama, por favor no nos lleve a otra guerra”.
Al tiempo que Estados Unidos conmemoraba el 12º aniversario de los ataques al World Trade Center y al Pentágono, Chile conmemoraba lo que se conoce como “el primer 11 de septiembre”: el golpe de Estado que derrocó al Presidente Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973 y que contó con apoyo de Estados Unidos. En una ceremonia que tuvo lugar en el palacio presidencial donde su padre fue asesinado, la hija de Allende, la senadora chilena Isabel Allende, sostuvo que “la verdad y la justicia” son el único camino a la cicatrización de las duraderas heridas provocadas por el golpe.
Isabel Allende expresó: “Es sólo la verdad y la justicia que nos va a permitir reencontrarnos como país en los valores éticos, en los valores que nunca más romper la democracia, nunca más un golpe de Estado, nunca más quebrar el orden constitucional, nunca más perseguir a alguien por sus ideas, nunca más la tortura, el terrorismo de Estado”.
Mientras los chilenos conmemoraban el cuadragésimo aniversario del golpe de Estado del 11 de septiembre, el principal funcionario estadounidense involucrado en el golpe, Henry Kissinger, se reunía en Washington con el Secretario de Estado, John Kerry. El Departamento de Estado afirma que Kissinger fue convocado por su experiencia y conocimientos sobre Rusia antes de la reunión que Kerry mantendrá en el día de hoy con el canciller de este país, Sergei Lavrov, por la cuestión de Siria. Como Asesor de Seguridad Nacional en ese entonces, Kissinger supervisó el respaldo del gobierno de Nixon al derrocamiento del Presidente chileno Allende y a las posteriores matanzas y torturas masivas para afianzar el gobierno militar.
En Irak, al menos 33 personas murieron y más de 55 resultaron heridas en un atentado con coche bomba perpetrado el miércoles contra una mezquita chií en Bagdad. Naciones Unidas afirma que más de 800 personas murieron en Irak el mes pasado y más de mil en julio, que fue el mes con más cantidad de víctimas fatales desde 2008.
Miles de maestros marcharon en Ciudad de México al otro día de que el Presidente Enrique Peña Nieto sancionara una polémica ley de revisión de la educación. La medida basa la contratación de maestros y los ascensos en evaluaciones estandarizadas. Durante semanas, miles de maestros ocuparon la principal plaza de Ciudad de México en protesta contra la mencionada ley. El miércoles, se produjeron enfrentamientos con la policía antidisturbios, que intentaba dispersar la marcha.
En Israel, el gobierno aceptó pagar 1,1 millones de dólares a la familia de Ben Zygier, un presunto espía del Mossad que se suicidó en una prisión de máxima seguridad de ese país. Además, ha impuesto una estricta orden mordaza en relación con su muerte, ocurrida en 2010, y se ha rehusado incluso a reconocer su caso. Zygier habría sido encarcelado luego de haber puesto involuntariamente en peligro una misión secreta de Israel en el Líbano. Posteriormente fue hallado ahorcado en su celda. El pago a la familia evita un juicio público que podría haber revelado más detalles sobre el caso.
Una importante ex abogada del FBI vinculada con abusos en la vigilancia gubernamental fue confirmada como jueza en un tribunal federal. El senado votó para aprobar la nominación de Valerie Caproni en el Distrito Sur de Nueva York, a pesar de las críticas sobre su papel en autorizar la recopilación de registros telefónicos de Estados Unidos en operaciones policiales de captura. En 2010, una investigación del gobierno determinó que el FBI había utilizado inadecuadamente una citación no judicial conocida como “carta de registro sin orden” para recopilar ilegalmente miles de números telefónicos estadounidenses.
El jueves, el pastor de una pequeña iglesia cristiana fue arrestado en Florida tras su nuevo intento de quemar ejemplares del Corán en el aniversario de los atentados del 11 de septiembre. La policía local dice que Terry Jones portaba ilegalmente un arma de fuego y remolcaba una parrilla de barbacoa con miles de ejemplares del Corán empapados en querosén.
Grady Judd, Sheriff del condado de Polk, dijo: “Luego les dijo a los detectives que iba a ir al parque sin autorización y que iba a quemar los ‘coranes’ en el predio del parque. Le explicamos claramente que eso era violar la ley. No solo le dijimos que tenía el derecho que le otorgaba la Primera Enmienda a la libre expresión, sino que lo animamos a ir a ese parque si quería hacer cualquier tipo de declaración. Pero le aclaramos que no iba a venir al condado de Polk a violar la ley”.
Hace tres años, Jones desencadenó manifestaciones de protesta en países musulmanes cuando anunció por primera vez sus planes de quemar el Corán el 11 de septiembre.
En Richmond, California, se aprobó la siguiente fase de su histórico esfuerzo de rescatar a los propietarios de hipotecas devaluadas. Este mismo año, Richmond se convirtió en la primera ciudad del país en ofrecerse a comprar a los bancos de Wall Street y a otros prestamistas las hipotecas de propietarios en apuros. La ciudad se autorizó a sí misma a valerse del derecho de expropiación para adquirir los préstamos y modificarlos para que las familias puedan permanecer en sus casas. El miércoles, el Concejo Municipal votó la conformación de una autoridad que supervise el programa y ayude a los propietarios que se enfrentan a la ejecución de sus viviendas. Ahora Richmond puede invocar el derecho a la expropiación si los bancos que tienen títulos sobre 620 viviendas rechazan las ofertas de comprar las propiedades a valores tasados. Los bancos de Wall Street, entre los que se encuentran Wells Fargo y el Deutsche Bank, procuran bloquear la iniciativa de Richmond en los tribunales.
Y trascendió la existencia de una organización secreta que canalizó millones de dólares a causas de derecha en las elecciones de 2012. Politico informa que un grupo denominado Freedom Partners, con fuertes vínculos con los multimillonarios hermanos Koch, canalizó más de 236 millones de dólares a campañas de derecha y superó incluso al grupo American Crossroads, de Karl Rove. El grupo tiene alrededor de 200 donantes que pagan al menos 100.000 dólares de cuota anual. Entre los destinatarios se encuentran el Center to Protect Patient Rights, que recibió más de 115 millones de dólares por sus esfuerzos en combatir la ley de reforma del sistema sanitario conocida como “Obamacare”, y Americans for Prosperity, un grupo de activistas de derecha, que recibió más de 32 millones.