La Ciudad de Nueva York está lidiando con las consecuencias de los primeros asesinatos dirigidos a agentes de policía en años. El pasado sábado, los oficiales Wenjian Liu y Rafael Ramos fueron emboscados a plena luz del día dentro de su coche patrulla estacionado en Brooklyn. El hombre armado que los emboscó —Ismaaiyl Brinsley, de 28 años de edad— huyó a una estación de metro cercana donde apuntó el arma contra sí mismo, muriendo de una herida de bala. Más temprano el mismo día, Brinsley le había disparado a su ex novia en Maryland, quien sobrevivió y llamó a la policía. Más tarde, éste usó la cuenta de Instagram de ella para hacer declaraciones en contra de la policía, sugiriendo que mataría a los oficiales para vengar la muerte de Eric Garner y Michael Brown. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, condenó la masacre.
De Blasio declaró: “Está claro que se trata de un asesinato, que a estos oficiales les dispararon estilo ejecución, un acto particularmente despreciable que afecta el corazón mismo de nuestra sociedad y nuestra democracia; cuando se asesina a un oficial de policía, se rompe la base de nuestra sociedad. Es un ataque a todos nosotros. Es un ataque a todo lo que amamos”.
Los antecedentes penales muestran que Brinsley tenía un historial problemático con la ley, con varios arrestos y al menos dos años tras las rejas. Su familia afirma que tenía problemas mentales, entre ellos un intento de suicidio reportado hace un año.
El doble asesinato de los oficiales fue condenado por las familias de los afroestadounidenses desarmados recientemente asesinados por la policía y los grupos de protesta que han surgido en respuesta. El domingo, la madre de Eric Garner, Gwen Carr, y su viuda, Esaw Garner, dijeron que los asesinatos no tienen conexión con su causa.
Gwen Carr expresó: “Nosotras somos pacíficas y deseamos que cualquier persona que nos apoye no utilice el nombre de Eric Garner para la violencia, porque no estamos de acuerdo. Estos dos policías perdieron la vida sin sentido y enviamos nuestras condolencias y nuestro apoyo a sus familias”.
Esaw Garner secundó: “Yo sólo quiero expresar mis sentidas condolencias y tristeza para estos dos agentes y sus familias. Sé lo que están pasando, perder a un ser querido justo antes de Navidad y todo, es tan triste, y yo les pediría a todos los que protestan con nosotros, que no lo hagan de manera no violenta. Mi marido no era un hombre violento, por lo que no queremos ningún tipo de violencia relacionado con su nombre”.
Los asesinatos de los oficiales han puesto de manifiesto la animosidad de la policía contra el alcalde de Nueva York Bill de Blasio sobre su respuesta a las cuestiones de la brutalidad policial, la discriminación racial y las recientes protestas. Algunos oficiales dieron la espalda a de Blasio el sábado por la noche cuando caminaba por el hospital donde fue conducido el par asesinado. El dirigente de Patrolmen’s Benevolent Association, el mayor sindicato de la policía de la ciudad, dijo que de Blasio “tiene sangre en sus manos”. El grupo más tarde negó la emisión de una declaración de amplia difusión que se afirmaba: “nos hemos… convertido en un departamento de policía de 'guerra' [y] actuaremos en consecuencia”.
Las protestas contra la brutalidad policial y la discriminación racial continuaron el fin de semana en la ciudad de Nueva York, con acciones que incluyeron una sentada en el Atlantic Center Mall de Brooklyn el sábado y una marcha silenciosa en Harlem el domingo.
Este fin de semana también se realizaron protestas en todo Estados Unidos. El sábado por la tarde, más de 1.500 manifestantes cerraron el centro comercial de Minnesota Mall of America durante varias horas pidiendo justicia en los casos de Eric Garner y Michael Brown. Al menos 25 personas fueron arrestadas. El día anterior, decenas de manifestantes fueron arrestados en Milwaukee tras bloquear el tránsito en una autopista importante durante más de una hora. La acción se centró en el caso de Dontre Hamilton, un afroestadounidense desarmado con discapacidad mental muerto por los disparos durante un enfrentamiento con un policía el 30 de abril. El gobernador de Wisconsin, Scott Walker, ha dado órdenes a la Guardia Nacional de estar en guardia.
El fiscal que supervisó el gran jurado de Michael Brown reconoció haber llamado a sabiendas a testigos que no estaban diciendo la verdad. En su primera entrevista desde que anunció la no acusación oficial de Darren Wilson el pasado mes, Bob McCullough dijo a una emisora de radio de St. Louis que decidió a llamar a todos los posibles testigos, incluso a los que mintieron.
Bob McCullough declaró: “Desde el principio, decidí que cualquier persona que dijera haber presenciado algo iba a presentarse ante el gran jurado. Y yo sabía que sin importar cómo manejara esto, iba a ser criticado. Así que si no hubiera convocado a esos testigos, entonces estaríamos hablando ahora de por qué no lo hice, a pesar de que sus declaraciones no eran exactas… Pensé que era mucho más importante para presentar a todo el mundo y algunos sí, claramente no estaban diciendo la verdad. No hay duda al respecto”.
McCullough afirma que las mentiras se dieron “en ambos sentidos”. Reconoció que un testigo que declaró a favor del oficial Wilson “claramente no estaba presente” en el lugar, una aparente referencia a “Testigo 40”, una mujer con un historial de problemas mentales, comentarios racistas y declaraciones inventadas. En una carta, la legisladora del estado de Missouri Karla May solicitó investigar a McCullough por mala conducta del fiscal, diciendo: “Hay por lo menos alguna evidencia que sugiere que McCulloch manipuló el proceso de jurado desde el principio para asegurar que el oficial Wilson no fuera imputado”.
Según el Presidente Obama, Estados Unidos está considerando volver a colocar a Corea del Norte en la lista de patrocinadores del terrorismo tras el hackeo a Sony Pictures. La semana pasada, el estudio cinematográfico canceló el lanzamiento de la comedia “La entrevista”, una película sobre un complot para matar al líder norcoreano Kim Jong-un. Esto sucede luego de amenazas a los cines y el hackeo de datos empresariales, que según los funcionarios fue ordenado por el gobierno de Corea del Norte. El Presidente Obama dijo a CNN que Estados Unidos responderá proporcionalmente, pero que él no considera que el hackeo sea un acto de guerra.
Barack Obama dijo: “No, no creo que haya sido un acto de guerra. Creo que fue un acto de cibervandalismo que resultó muy costoso. Lo tomamos muy en serio y responderemos proporcionalmente”.
Corea del Norte negó haber participado y se ofreció a investigar junto con Estados Unidos para demostrarlo. En una declaración, un funcionario norcoreano dijo: “Tenemos una manera de demostrar que no tenemos nada que ver con este caso sin recurrir a la tortura como lo hace CIA”. El funcionario también advirtió a Estados Unidos que habrían “serias consecuencias” si rechazan el ofrecimiento y aplican “contramedidas”.
El Presidente Obama realizó el viernes la última conferencia de prensa del año en la Casa Blanca. Obama habló del histórico acuerdo de la semana pasada de restaurar totalmente las relaciones diplomáticas con Cuba, diciendo que le pedirá al Congreso que le ponga fin al antiguo embargo.
Obama dijo:”No podemos eliminar el embargo unilateralmente. Está codificado en el acta LIBERTAD. Y creo que se dará un proceso en el cual el Congreso lo procesará y luego yo meteré mi peso. Creo que en definitiva necesitamos quitar el embargo, que ha sido contraproducente para los objetivos que nos interesan”.
Al otro día en La Habana, el Presidente de Cuba Raúl Castro se comprometió a mejorar la economía del país a raíz del acuerdo. Castro también le pidió a Estados Unidos que respete el sistema político de Cuba, tras entrometerse por años.
Castro dijo: “Así como nunca le pedimos a Estados Unidos que cambie su sistema político, exigiremos respeto por el nuestro. No podemos fingir que por mejorar las relaciones con Estados Unidos, Cuba renunciará a las ideas por las cuales ha luchado por más de un siglo, y por las cuales su gente derramó mucha sangre y corrió los mayores riesgos”.
El viernes, el gobernador de Nueva Jersey Chris Christie le pidió al Presidente Obama que ordene la extradición de la Pantera Negra Assata Shakur. Shakur fue acusada de asesinar al policía Werner Foerster tras ser detenida en el peaje de Nueva Jersey. En el encuentro murieron el oficial y otro integrante de los Panteras Negras, Zayd Malik Shakur. Assata Shakur dijo que la policía le disparó con ambas manos en alto, y luego otra vez por la espalda. Fue sentenciada a cadena perpetua pero logró escapar y huir a Cuba, en donde vive desde 1984. En una carta a Obama, Christie dijo que Shakur debería ser regresada a Nueva Jersey antes de restaurar cualquier lazo diplomático.
En su conferencia de prensa en la Casa Blanca el pasado viernes, el Presidente Obama también habló de su decisión pendiente sobre el oleoducto Keystone XL. Obama dijo que el oleoducto ni siquiera daría beneficios “nominales” a los consumidores estadounidenses. Y a pesar de reconocer que generaría algunos empleos temporales, Obama dijo que Estados Unidos generaría muchos más invirtiendo en infraestructura pública.
Obama afirmó: “Hay un mercado petrolero mundial. Es muy bueno para las petroleras canadienses, pero no beneficiará en gran medida a los consumidores estadounidenses, ni siquiera les dará ningún beneficio nominal. Esto no es completamente insignificante, es como cualquier otro proyecto. Pero considerando lo que podríamos hacer si reconstruyéramos nuestras rutas y puentes de todo el país, algo que el Congreso podría autorizar, probablemente, podríamos crear cientos de miles o un millón de nuevos empleos”.
El Presidente Obama solo respondió preguntas de periodistas mujeres en su conferencia de prensa —ocho en total— una decisión deliberada según la Casa Blanca.
Nuevas cifras revelan que el número oficial de muertos por ébola en África Occidental superó los 7.300, con más de 19.000 nuevas infecciones reconocidas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el oeste de Sierra Leona es el punto crítico del brote continuo, aunque la mayor parte de las víctimas mueran en Liberia.
Y Estados Unidos liberó a cuatro prisioneros afganos de la Bahía de Guantánamo. Los cuatro serán regresados a Afganistán, en donde al parecer podrán vivir sin restricciones. El Presidente Obama dijo a CNN que hará todo lo posible para cerrar Guantánamo.
Obama dijo: “Haré todo lo posible para cerrarlo. El hecho de que se encierren a estos hombres es algo que sigue inspirando a jihadistas y extremistas alrededor del mundo. Se contradice con nuestros valores. Y es extremadamente costoso… Debemos cerrar esa instalación y haré todo lo posible”.
Candy Crowley dijo: “Claro. Los quieres aquí en una prisión de máxima seguridad, ¿verdad? ¿Eso no cambió?”.
Obama dijo: “Creo que no tiene sentido que gastemos millones de dólares por individuo cuando tenemos una manera de solucionar este problema que es más consistente con nuestros valores”.
Tras la última liberación, quedan 132 prisioneros en Guantánamo.