Perú, país anfitrión de la Conferencia de la ONU sobre cambio climático de este año, enfrenta críticas por el nuevo informe del grupo Global Witness. En este se informa que Perú es el cuarto país más peligroso para los ambientalistas, entre ellos los indígenas que viven en la selva y trabajan para protegerla de la deforestación. Desde el año 2002, al menos 57 ambientalistas fueron asesinados en Perú, donde se acaba de aprobar una ley que retira las protecciones a la selva, con el objeto de atraer nuevas inversiones y desarrollo. Hablamos con Julia Pérez y Ergilia Rengifo, viudas de los activistas Edwin Chota y Jorge Ríos, asesinados en septiembre presuntamente por taladores ilegales que trataban de parar. Poco antes de morir, Chota había pedido al gobierno mayor protección para comunidades como la suya y había contado que su vida había sido amenazada. Ahora sus viudas viajaron desde la selva hasta Lima para pedir justicia.