Mientras las Naciones Unidas revela que en lo que va del mes más de 1.075 iraquíes han sido asesinados, el gobierno de Obama le prometió a Irak un apoyo “intenso y sostenido” contra el levantamiento sunita que está tomando el control de grandes extensiones del país. El secretario de Estado John Kerry hizo esa promesa en una visita sorpresa a Bagdad, al tiempo que les pidió a los líderes iraquíes que conformaran un nuevo gobierno inclusivo para el 1 de julio, fecha en que se cumple el plazo. La visita de Kerry a Bagdad se produce luego de haber estado en Egipto y Jordania, y antes de hacer escala en Bruselas y Paris en los próximos días. Pero nuestra invitada Phyllis Bennis sostiene que la agenda de viajes de Kerry ignora la escala más importante que se podría hacer: Teherán. Estados Unidos e Irán están luchando contra un enemigo común, los militantes sunitas de Irak. Pero a pesar de que se hacen muchas especulaciones y se están manteniendo conversaciones sobre temas nucleares, hay pocas señales de que se estén acercando a compromisos relacionados a Irak y la amenaza de un conflicto regional aumenta. Miembro del Instituto de Estudios Políticos, Bennis es autora del artículo “Don’t Go Back to Iraq! Five steps the U.S. can take in Iraq without going back to war” (¡No vuelvan a Irak!: Cinco pasos que EE.UU. puede dar en Irak sin volver a la guerra) y de varios libros, entre ellos “Ending the Iraq War: A Primer” (Manual básico para finalizar la guerra en Irak).