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Mientras el ataque israelí sobre Gaza entra en su tercera semana, se está desarrollando un nuevo intento internacional para acordar un alto el fuego. En declaraciones realizadas hoy temprano, la ministro de justicia israelí, Tzipi Livni, dijo que “no hay esperanzas reales” de un cese inmediato de la lucha porque las condiciones de Hamas están demasiado lejos de las de Israel, Estados Unidos y Egipto. Las demandas de Hamas son el final del bloqueo israelí a Gaza y la liberación de los prisioneros. El sitio de siete años paralizó la economía, la infraestructura civil y el abastecimiento de agua. En Gaza, el desempleo asciende al 40% y casi el 80% depende de ayuda humanitaria. La ONU advirtió que Gaza ya no será un lugar habitable para el año 2020, a menos que se tomen medidas urgentes. Se suponía que el último alto el fuego acordado en noviembre de 2012 flexibilizaría el bloqueo, pero Israel simplemente lo intensificó. Mientras Hamas promete continuar con la lucha contra lo que denomina “la muerte lenta”, un nuevo alto el fuego depende en gran medida en si Estados Unidos y otros países presionarán a Israel para que cambie su postura. Desde Tel Aviv se comunica con nosotros el periodista israelí Gideon Levy. En un artículo publicado recientemente en el periódico Haaretz, Levy escribe: “Las condiciones [de Hamas] son civiles; los medios para alcanzarlas son militares, violentos y criminales. Pero la verdad (amarga) es que cuando Gaza no dispara cohetes hacia Israel, nadie se preocupa de ella. Lea la lista de demandas de Hamas y juzgue honestamente si alguna de esas demandas son injustas”.