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Yemen enfrenta un colapso político tras la renuncia del presidente Abdu Rabbu Mansour Hadi, el primer ministro y todos los miembros del gabinete. El éxodo del día jueves se produce apenas horas después de que rebeldes chiítas houthis ingresaran violentamente al complejo presidencial ubicado en Saná, ciudad capital. Hadi afirmó que no podía continuar en su cargo después de que los houthis supuestamente no cumplieran con un acuerdo de paz, según el cual debían retirarse de posiciones clave a cambio de mayor poder político. Los houtis parecen tener mucho respaldo de Ali Abdullah Saleh, quien fuera presidente durante muchos años y resultara destituido en un levantamiento popular en el año 2011. El gobierno de Obama elogió al gobierno yemení por ser un modelo “exitoso” de asociación contraterrorista, pero el jueves, Estados Unidos anunció que retiraría más personal de su embajada en Yemen. Algunos expertos advierten que los acontecimientos en Yemen podrían llevar a una guerra civil y hacer que Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP) se fortalezca más. Mientras tanto, Oxfam advierte que más de la mitad de la población en Yemen necesita ayuda y que puede desatarse una crisis humanitaria de enormes proporciones en el país si continúa la inestabilidad. Nos acompaña Iona Craig, periodista que estuvo trabajando en Saná durante cuatro años como corresponsal en Yemen del periódico The Times de Londres.