El nuevo despliegue de tropas estadounidense en Siria se produce más de un año después de que lanzara una campaña de bombardeo contra el auto proclamado Estado Islámico. También se produce semanas después de que Rusia aumentara su participación mediante el lanzamiento de ataques aéreos contra los enemigos del presidente sirio Bashar Al Assad. Patric Cockburn, corresponsal en Medio Oriente del periódico The Independent, afirma que si bien la dimensión militar en Siria aumenta, las potencias extranjeras involucradas podrían estar más cerca de buscar una solución diplomática.
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