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En una presentación inédita realizada en el Despacho Oval televisada el domingo, el presidente Obama expuso una defensa de la guerra estadounidense contra el autoproclamado Estado Islámico (ISIS), la cual —dijo— se encuentra en una nueva fase. Obama describió la reciente matanza perpetrada en San Bernardino, California, que dejó un saldo de catorce muertos, como “un acto de terrorismo destinado a matar personas inocentes”. Obama pidió al Congreso de su país que autorice el uso continuado de la fuerza militar y expuso su plan de seguir los bombardeos a zonas de Irak y Siria en control de Estado Islámico. Hablamos con el periodista francés Nicolas Hénin que fue prisionero de ISIS dentro de Siria durante diez meses y pasó gran parte del tiempo encerrado en un calabozo. Hénin estuvo con los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff que más tarde fueron decapitados. Sus muertes fueron registradas por video y emitidas por todo el mundo. Mientras estuvo prisionero, Hénin también se estuvo brevemente con la ayudante humanitaria estadounidense Kayla Mueller, que también murió en cautiverio, posiblemente durante un bombardeo aéreo de la coalición liderada por Estados Unidos. Hénin, liberado en abril de 2014 junto a otros tres periodistas franceses, hace un pedido apasionado contra los bombardeo en Siria. “Todos estos bombardeos tienen un efecto terrible”, afirma Hénin. “Estamos empujando a los sirios a manos de ISIS”.
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