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Tras meses de manifestaciones para pedir justicia, un agente del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York fue acusado de herir de muerte en noviembre del año pasado a Akai Gurley, un hombre afroestadounidense desarmado. Un gran jurado decidió acusar al agente Peter Liang de homicidio culposo, muerte negligente con consecuencias penales, ataque y mal comportamiento. Según se informa, Liang tenía el arma en la mano izquierda y una linterna en la derecha cuando abrió la puerta del hueco de una escalera escasamente iluminado en un edificio de viviendas sociales ubicado en Brooklyn, que estaba patrullando. El arma se disparó y la bala alcanzó a Gurley que bajaba las escaleras. El comisionado policial William Bratton describió el disparo como “un accidente desafortunado” y dijo que Gurley era “totalmente inocente”. Liang no respondió las llamadas que le hizo la radio policial durante más de seis minutos y escribió un mensaje de texto al representante de su sindicato para pedirle un consejo. Un vecino finalmente llamó una ambulancia, la que llevó rápidamente a Gurley al hospital, donde se determinó su muerte. Escuchamos la opinión de Vincent Warren, director ejecutivo del Centro para los Derechos Constitucionales, sobre la acusación.