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Mientras temperaturas frías extremas castigan el tercio este de Estados Unidos, la industria de combustibles fósiles provocó tres desastres en menos de una semana. El miércoles, una explosión —equivalente a un terremoto de magnitud 1,4— en una refinería de la empresa ExxonMobil ubicada al sur de Los Ángeles sacudió las zonas aledañas. La explosión en California se produjo mientras vagones cargados de petróleo de un tres descarrilado seguían en llamas el miércoles en Virginia del Oeste, dos días después del accidente. Por el descarrilamiento hubo que evacuar dos pueblos y una casa resultó destruida. El descarrilamiento de Virginia del Oeste ocurrió solo dos días después de otro descarrilamiento de tren petrolero en Ontario, Canadá, tras el cual los vagones también estuvieron en llamas varios días. Nos acompaña Stephen Kretzmann, director ejecutivo de la organización Oil Change International. “La política climática y la política energética en general no se analizan en conjunto en este país”, afirma Kretzmann. “Cambio climático implica que es necesario ir reemplazando los combustibles fósiles, lo antes posible”.