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Según se informa, las autoridades federales investigan si las personas que perpetraron uno de los peores linchamientos de la historia reciente de Estados Unidos todavía viven y si pueden ser llevados ante la justicia. El 25 de julio de 1946, cuando una horda de personas blancos de una zona rural del estado de Georgia emboscaron un auto en el que se trasladaban dos parejas de afroestadounidenses, los sacaron del auto a la rastra y los mataron a tiros. Uno de los hombres asesinados, George Dorsey, era militar veterano que acababa de volver a EE.UU. tras pasar cinco años en la Segunda Guerra Mundial. Su esposa, Mae Murray Dorsey, también fue asesinada. Dorothy Malcom, la otra mujer que iba en el coche, estaba embarazada de siete meses. La horda la apuñaló y le arrancó el bebé del vientre. Su esposo, Roger Malcom, acababa de salir de la cárcel bajo fianza tras haber sido acusado de apuñalar a un hombre blanco. Un médico forense calculó que quienes forman la multitud hicieron más de sesenta disparos a corta distancia contra las dos parejas. El horrendo ataque fue perpetrado cerca del condado de Walton, en Georgia, en las proximidades del puente Ford en Moore. El hecho se hizo conocido como el linchamiento del puente Ford en Moore y desató manifestaciones de repudio a nivel nacional; eso hizo que el presidente Harry Truman impulsara una reforma de los derechos civiles. El FBI también investigó el hecho, pero nunca se condenó a nadie por los cuatro crímenes. Pero un familiar de uno de los hombres presuntamente involucrados en el ataque apareció en un video en una entrevista con miembros de la con la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP). Wayne Watson afirma que su tío y varios otros hombres que él nombró eran miembros del Ku Klux Klan. Hablamos con Edward DuBose, miembro del consejo nacional de la NAACP y ex presidente de la sede en Georgia de dicha organización, y con el periodista Herb Boyd.