El presidente Obama vetó un proyecto de los republicanos que aprobaba la construcción del oleoducto de arenas alquitranadas Keystone XL. La Casa Blanca afirma que la medida no es un juicio sobre los méritos del oleoducto, sino un intento de que se determine por medio de un informe del Departamento de Estado si el proyecto es de interés nacional. Quienes se oponen a Keystone XL advirtien que habrá mayor desarrollo de campos petroleros a partir de arenas alquitranadas en Canadá. En el año 2011, el científico de la NASA James Hansen afirmó que la aprobación del oleoducto Keystone XL equivaldría al final de la estabilidad climática en el planeta. May Boeve, directora ejecutiva de la organización 350.org afirmó: “Después de cuatro años de manifestaciones, marchas, sentadas y actos de desobediencia civil estamos muy contentos al ver que el presidente Obama da un paso importante con el veto a esta carta de amor a las grandes empresas petrolearas. Ahora, es tiempo de que el presidente demuestre que tiene intensiones serias de dejar un legado en relación al cambio climático: tiene que dar el siguiente paso que es rechazar la construcción de este oleoducto de una vez por todas”. Analizamos el costado político del oleoducto con Kert Davies, director ejecutivo del Centro de Investigaciones sobre el Cambio Climático.