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El primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, llegó a Estados Unidos como parte de un intento por detener un acuerdo nuclear con Irán en un controvertido discurso que dará el martes ante el Congreso de Estados Unidos. Decenas de demócratas amenazan con boicotear el discurso que fue arreglado por el Presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, sin consultar a la Casa Blanca. La visa de Netanyahu se produce justo cuando Irán y seis potencias mundiales, entre ellas Estados Unidos, se preparan para retomar las conversaciones en un intento de llegar al plazo que se cumple el 31 de marzo. “Tanto para el primer ministro Netanyahu como los halcones del congreso, en gran medida republicanos, el objetivo principal es debilitar toda posible negociación que pudiera resolver cualquier tema que haya con Irán”, afirma Noan Chomsky, profesor emérito de la universidad Massachusetts Institute of Technology. “Comparten un interés, el de asegurar que no haya ninguna fuerza en la región que pueda representar un disuasivo para la violencia de Israel y EE.UU., la principal violencia de la región”. Chomsky también respondió a las revelaciones recientes de que en el año 2012 la agencia de inteligencia israelí, Mossad, contradijo las advertencias del propio Netanyahu en relación a la capacidad de Irán de producir una bomba nuclear, al llegar a la conclusión de que Irán “no estaba realizando las actividades que hacen falta para producir armas”.
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