Indiana ya estaba en el centro del debate por su nueva legislación sobre “libertad religiosa” que afecta los derechos LGBT. Ahora, una nueva medida aumenta las controversias dentro del estado. El lunes, Purvi Patel se convirtió en la primera persona en la historia de Estados Unidos en ser condenada a prisión por feticidio, por lo que el estado consideró como un intento de poner fin a su propio embarazo. Los fiscales acusaron a Patel de haber tomado drogas para inducir un aborto, a pesar de que ella declaró haber tenido un aborto espontáneo, dando a luz un feto muerto, y de que no se encontraron drogas en su organismo. También alegaron que el feto había nacido vivo, basándose en una prueba ampliamente desacreditada. Patel fue condenada a 20 años de prisión. Su caso sucede en medio de una oleada de leyes contra el derecho a decidir y una creciente criminalización del embarazo. Analizamos el tema con Lynn Paltrow, fundadora y directora ejecutiva de la organización National Advocates for Pregnant Women (Defensoría nacional de las mujeres embarazadas).