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En 2012 Rekia Boyd tenía 22 años de edad. Fue asesinada por un detective de la policía de Chicago que estaba fuera de servicio. Dante Servin disparó varias veces por encima de su hombro en dirección a un grupo de personas que estaba cerca de su casa. Boyd, una de las personas del grupo, recibió un disparo en la parte posterior de la cabeza. Servin fue acusado de homicidio culposo, primera condena en 15 años a un agente de la policía de Chicago acusado de causar una muerte. Pero el mes pasado, el juez Dennis Porter absolvió a Servin por una cuestión legal sutil. Hablando desde el estrado, Porter sugirió que en realidad los fiscales deberían haber acusado a Servin de asesinato. “El acto de disparar un arma intencionalmente a una o varias personas en la calle es tan peligroso que es mucho más que imprudente; es intencional y el delito, si lo hay, es asesinato en primer grado”, dijo. Hablamos con el hermano de Rekia Boyd, Martinez Sutton.