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En Portland, Oregon, agentes de las fuerzas de seguridad retiraron a los activistas de Greenpeace que estuvieron cuarenta horas suspendidos en el aire desde el puente St. Johns con el objeto de impedir que el rompehielos contratado por la gigante petrolera Shell saliera con destino al Ártico. Cientos de activistas permanecían en el puente y en kayaks desde el martes a la noche en un intento por frenar los planes de Shell de iniciar perforaciones en el remoto mar de Chukchi. El martes en horas de la mañana, los activistas de Greenpeace que estaban suspendidos desde el puente lograron que el barco de Shell volviera al puerto, noticia que ocupó los titulares a nivel internacional. Nos acompaña Annie Leonard, directora ejecutiva de Greenpeace EE.UU., para analizar la medida.