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En una medida destinada a responsabilizar a los funcionarios del gobierno por la tortura, Canadá acusó al coronel George Salloum de presunta tortura al ingeniero canadiense Maher Arar. En el año 2002, Arar fue secuestrado por las autoridades estadounidenses durante una escala en el aeropuerto JFK y luego mandado a su país natal, Siria, donde fue torturado e interrogado en una pequeña celda subterránea. Arar estuvo detenido casi un año. Este es el primer cargo penal de tortura presentado por Canadá contra un gobierno extranjero por actos cometidos en el extranjero. La decisión de Canadá de presentar una acusación por la tortura de Arar puede abrir la puerta a otros juicios similares, entre ellos de funcionarios del gobierno de Estados Unidos. En el año 2007, Arar recibió una compensación de $10 millones de dólares del gobierno canadiense. Estados Unidos todavía le debe una disculpa. Hablamos con la esposa de Maher Arar, Monia Mazigh, y con Ale Neve, secretario general de Amnesty International Canadá.
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