El jueves, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, otorgó clemencia a 98 prisioneros federales, lo que eleva a casi 900 la cifra total de reclusos cuyas sentencias han sido conmutadas por Obama, más que los once presidentes anteriores juntos. A muchos de los reclusos se les habían impuesto severas condenas en virtud de leyes que imponen sentencias mínimas obligatorias por delitos vinculados a las drogas. Quienes se oponen a estas leyes afirman que afectan principalmente a las comunidades de color. Por otra parte, Obama también ha rechazado una cantidad de conmutaciones de penas sin precedentes, fruto de un incremento en las solicitudes desde que la iniciativa de clemencia fuera anunciada en 2014.
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