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Uno de los mayores tratados multinacionales de comercio, el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP), fue suscrito por doce países miembros en Nueva Zelanda. Pasará ahora a una etapa de ratificación de dos años. Durante ese período, al menos seis países deberán aprobar el texto definitivo para que el acuerdo sea implementado. El TPP involucra a doce países de la cuenca del Pacífico, entre ellos Estados Unidos, y el 40 por ciento de la economía mundial. Los detractores del acuerdo afirman que beneficiará a las grandes empresas a expensas de la salud, el medio ambiente, la libertad de expresión y los derechos laborales. Los activistas lanzaron una serie de protestas a nivel mundial en torno a la firma del pacto comercial, entre ellos un bloqueo no violento del centro de convenciones en Auckland donde se realizó la firma. Una tribu maorí rechazó un pedido de hacer una presentación en una ceremonia de bienvenida a los ministros de comercio, al decir que el TPP amenaza la soberanía. Mientras tanto, la Casa Blanca advirtió al Congreso de EE.UU. que una demora en la ratificación del acuerdo afectaría la economía estadounidense. El representante comercial Michael Froman dijo que el gobierno de Obama está haciendo todo lo posible para que el acuerdo avance. Pero nuestra invitada, Lori Wallach de la organización Public Citizen, sostiene que “Debemos asegurarnos de que cada miembro del Congreso diga que no, que no estamos para hacer esto”. El acuerdo también se convirtió en un tema de campaña y Wallach destaca “Ningún candidato presidencial que apoye el TPP supera el 5% en las encuestas en ningún estado”.