Llegó el Supermartes, el día más importante de las primarias en la carrera presidencial. Los republicanos y los demócratas van a las urnas en once estados. El multimillonario Donald Trump podría ganar hasta ocho de los once estados. Ganó tres de los cuatro caucus y primarias hasta ahora. Esto se produce mientras su campaña está siendo atacada cada vez más después de que en principio se rehusara a repudiar el apoyo de David Duke, destacado supremacista blanco y ex líder del Ku Klux Klan. Los comentarios de Trump hicieron que durante sus encuentros recientes hubiera varias protestas. El lunes, según se informa, ordenó a agentes del Servicio Secreto retirar a unos treinta estudiantes negros que estaban en uno de sus encuentros en Georgia parados y en silencio en las tribunas. En otro encuentro realizado el lunes en Virginia, estudiantes negros que decían “¡No más odio! ¡No más odio! ¡Seamos iguales! ¡Seamos grandes! también fueron retiraros del lugar. “Se podría considerar esto como el discurso de odio, la retórica vil y repugnante que él apoyó”, dice Mychal Denzel Smith, escritor de la revista The Nation. “Pero ahora [Trump] muy bien podría ser la persona que ponga en práctica ese tipo de discurso de odio y retórica vil con un poder institucional que lo respalde”. El artículo de Smith de reciente publicación se titula “Trump’s Racism Didn’t Scare Me. Now It Does” (El racismo de Trump no me asustaba. Ahora sí).