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Mientras el presidente Obama propone al juez Merrick Garland, de centro, para reemplazar al juez fallecido Antonin Scalia en la Corte Suprema de EE.UU., analizamos lo que se describió como uno de los peores fallos de la historia de la Corte Suprema. En el caso Buck contra Bell del año 1927, el tribunal apoyó un estatuto que le permitía al estado de Virginia a esterilizar a personas consideradas mentalmente deficientes o imbéciles. La persona en cuestión era Carrie Buck, una joven pobre por entonces encerrada en una Colonia del estado de Virginia para epilépticos y con debilidad mental, aunque no era ni epiléptica ni discapacitada mental. En el histórico fallo, ocho jueces decidieron que el estado de Virginia tenía el derecho de esterilizar a la joven. El juez Oliver Wendell Holmes escribió la opinión de la mayoría del tribunal y llegaba a la conclusión: “Tres generaciones de imbéciles son suficientes”. La decisión dio como resultado la esterilizaciones de sesenta y setenta mil estadounidenses considerados “no aptos” para tener hijos. En el juicio de Nuremberg, los abogados de científicos nazis citaron dicho fallo en defensa de sus acciones. Hablamos con Adam Cohen, autor del libro “Imbeciles: The Supreme Court, American Eugenics, and the Sterilization of Carrie Buck” (Imbéciles: la Cortes Suprema, los eugenistas estadounidenses y la esterilización de Carrie Buck).