En Filipinas, el recientemente electo presidente, Rodrigo Duterte, declaró un alto el fuego unilateral con los rebeldes comunistas que se enfrentan al gobierno desde 1968. Los levantamientos continúan desde entonces y han cobrado la vida de más de 40.000 personas.
Rodrigo Duterte declaró: “Mientras enaltecemos la valentía y el heroísmo de nuestros soldados, ustedes, los rebeldes, hacen lo mismo por sus integrantes y combatientes. Lo que yo veo, en cambio, son las viudas y los huérfanos, y siento su pena y su dolor”.
La agrupación que representará a los rebeldes en las negociaciones afirma que da la bienvenida al alto el fuego. Por otra parte, la expresidenta filipina Gloria Arroyo retornó al Congreso de ese país después de haber pasado casi cinco años en prisión por cargos de corrupción. El tribunal de máxima jerarquía del país la absolvió recientemente de todos los cargos.