La negativa de Trump de respaldar a Ryan coincide con informes de que su personal de campaña comienza a entrar en pánico. El lunes, la campaña de Trump anunció el despido de dos asesores principales, incluido Ed Brookover, un estratega que lleva muchos años en el Partido Republicano, quien había sido el enlace del candidato con el Comité Nacional Republicano. Luego, el miércoles, un miembro de la campaña de Trump declaró a CNBC que el personal estaba “al borde del suicidio” y que el director de campaña, Paul Manafort, no podía controlar al candidato y “que ya no le importa lo que pase”. Esto sucede al tiempo que importantes dirigentes republicanos manifestaron en los últimos días que respaldarán a la rival de Trump, Hillary Clinton. El miércoles, Newt Gingrich, que hasta hace dos semanas era considerado un posible compañero de fórmula de Trump, criticó al candidato republicano.
Newt Gingrich declaró: “Trump se sigue comportando como si fueran las primarias y hubiera 17 candidatos. No ha hecho la transición a ser potencial presidente de Estados Unidos, que es una liga mucho más difícil. La gente va a estar pendiente de lo que él haga todos los días. Van a tratar de sacar todo lo que puedan de contexto, y él todavía no se está comportando a la altura necesaria”.
Más tarde, Gingrich se retractó de sus comentarios y dijo que apoyaba a Trump en un 100 %. En una concentración que tuvo lugar ayer en Florida, Trump trató de darles tranquilidad a sus votantes en cuanto a que la campaña va bien.
Donald Trump dijo: “Diría que en este momento estamos más unidos que nunca desde que empezamos. Nos va increíblemente bien. Estamos primeros en el estado de Florida. Vieron las encuestas. Estamos primeros en Ohio. Estamos empatados en Pensilvania, pero creo que vamos a estar primeros la próxima vez. Creo que nunca habíamos estado tan unidos. Quiero agradecerles a todos por estar aquí. Esto es increíble”.
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