En California, la sequía ha extendido los incendios forestales hacia las ciudades costeras del sur del estado. Ya hay unas 90.000 hectáreas arrasadas y unas 200.000 personas evacuadas por el fuego. Hasta el momento se ha reportado solamente la muerte de una mujer. Se trata del 5to incendio forestal más grande del que se tenga registro en la historia de California. Expertos en el tema afirman que la intensidad con la que han llegado estos fuegos, típicos del invierno en la región, está vinculada al cambio climático. Las autoridades han advertido a la población que se quede en las casas por los riesgos de respirar el aire cargado de humo y ceniza cancerígena. Sin embargo, hay fincas que han decidido mantenerse activas despertando alertas por la seguridad de los trabajadores, que deben realizar sus tareas en condiciones de riesgo y sin contar con el equipamiento adecuado. La semana pasada, un grupo de voluntarios salió a entregar gratuitamente máscaras a trabajadores agrícolas y denunciaron que algunas fincas les negaron el acceso, aunque los cosecheros estaban solicitando equipos de seguridad.
Para conocer más sobre el tema, vea (en inglés) nuestra conversación con Lucas Zucker, director de políticas y comunicaciones de la organización CAUSE -Alianza Unida de la Costa Central por una Economía Sustentable. Él tuvo que evacuarse la semana pasada por los incendios y está colaborando con la distribución de máscaras entre trabajadores que se ven obligados a seguir trabajando a pesar del peligro de intoxicación por el aire. También conversamos con la asambleísta del estado de Califorina Monique Limón, representante de los condados de Santa Bárbara y Ventura.